Santo Domingo.- La profesora universitaria Mariet Espinal se querelló contra la Inmobiliaria Leclerc S.A., de Santiago de los Caballeros, por haberle vendido un vehículo en malas condiciones, en plena  violación al artículo 405 del Código Penal. 
La docente, víctima de estafa, pagó $305 mil pesos a dicha inmobiliaria, de un total de $560 mil pesos, por la compra del vehículo tipo jeep marca Toyota Rav 4, modelo del año 2005, color gris, matrícula número 3423901, placa número G-222780, chasis JTEGD20V450064457, bajo un acuerdo de pago que se haría efectivo 15 días después del pago inicial.   
Según el abogado de la querellante, Daniel Tejeda Montero, del bufete Jiménez y Tejeda, el fraude consiste en que los directivos de la inmobiliaria, Carmen Delia, Juan Carlos y Javier Castillo, en ningún momento informaron a la compradora que el vehículo en cuestión tenía arreglos como consecuencia de una colisión. 
“En el momento que probamos el vehículo, le detectamos problemas de alineación, y ellos nos dijeron que resolverían el problema, y supuestamente lo hicieron”.  
Luego de instalarle un sistema de alarma, el instalador me informa textualmente “Esta guagua esta truqueada, tiene las bolsas de aire activadas”, al chequearlo se determinó que el vehículo en cuestión había sido pintado en la parte del panel, señal que indica el deterioro de las bolsas de aire producto de un choque, afirma la querellante.  
De inmediato, la víctima de estafa se comunicó con la representante de la inmobiliaria Lecrec S.A. para notificarle el problema del vehículo, sin embargo, alegaron que los clientes acostumbran actuar así cuando se aproxima la fecha del pago. 
Mediante una evaluación computarizada realizada en el Centro Jáquez, se determinó que el vehículo había sido chocado, reparado y  pintado para tapar las faltas. 
No obstante estas fallas, en investigaciones posteriores en la página Carfax (www.carfax.com), encargada del historial de los vehículos en los Estados Unidos, comprobamos que el 27 de febrero de 2009 el citado vehículo había sido declarada por la compañía de seguro como pérdida total (total loss vehicle), con un millaje de 108,757. 
“Sin embargo, cuando hicimos el negocio, el millaje del vehículo reportaba sólo 64,571 millas recorridas, por lo que sigue comprobándose que esas personas tenían la intención clara de engañar a los compradores, por eso la demanda, porque no podemos permitir la estafa”, aseguró la querellante. 
El abogado de la querellante tiene en su poder cada una de las facturas que constatan los depósitos y reclamos previos que había hecho la profesora Espinal, antes de la compra del vehículo, además de una factura en la que se prueba que le habían cambiado un aro y su tapa, según factura de Auto Repuesto Vega S. A., lo que supone que Inmobiliaria Leclerc S. A. y sus representantes sabían que el vehículo tenía problemas serios. 
En compensación, la querellante Mariet Espinal exige a la Inmobiliaria Leclerc la devolución del dinero avanzado, los gastos posteriores de reparación, más los honorarios legales por la demanda interpuesta. 
Inmobiliaria Leclerc  está ubicada en la calle Generoso Díaz esquina calle B, en la urbanización Las Cayenas, en Santiago de los Caballeros.