jueves, 7 de mayo de 2009

PRD afirma, economía experimenta recesión durante los meses enero-marzo 2009

La Comisión Económica del Partido Revolucionario Dominicano afirmó que el periodo  enero-marzo del 2009 la economía dominicana tuvo un decrecimiento de 5.74%, debido a una brusca contracción del consumo privado y público de 7.07%, de las exportaciones en 5.5% y de las importaciones en 7%, de acuerdo  con datos macroeconómicos no publicados provenientes del Banco Central, la Secretaria de Hacienda y la Secretaría de Economía y Planificación, los cuales permiten proyectar  el comportamiento de la producción nacional en los primeros tres meses del 2009, comparado con el mismo periodo del 2008

Arturo Martínez Moya, presidente del organismo Económico del RPD, hablando en rueda de prensa  manifestó que la contracción del consumo final (privado y público), lo explica la política monetaria restrictiva durante dicho periodo y confirmado por las estadísticas.

Dijo que desde diciembre de 2008 a abril del 2009, la cantidad de billetes y monedas en circulación se redujo en 13.7% y en 9.5% la emisión monetaria, mientras los valores en circulación del Banco Central aumentaron 6%, además que del  31 de diciembre de 2008, el balance del medio circulante era de $126,818.9 millones de pesos y al final de marzo de 2009 de $123,686.1 millones de pesos, es decir, en tres meses se redujo en más de $3,000 millones de pesos, razón por la que, empresarios y consumidores afirmaban, y aun siguen diciéndolo, que no hay un centavo en las calles.

Aseveró que también confirma la recesión económica en esos tres meses, el comportamiento de los ingresos tributarios del gobierno, los cuales de enero-marzo del 2009, los ingresos por Aduanas e Impuestos Internos ascendieron a $54,242 millones de pesos, sufriendo una caída de 16.68% con relación a enero-marzo del 2008 cuando ascendieron a $65,100 millones de pesos.

“A la caída de los ingresos tributarios se suma la mala calidad del gasto del gobierno durante el periodo enero-marzo del 2009. El gasto corriente se redujo en apenas 7%, porque las remuneraciones a empleados aumento en 21.6%; sin embargo, el gasto de capital disminuyo en 58.4%, destacándose la caída de la inversión en construcciones, que en enero-marzo del 2008 fue de $9 mil millones de pesos, en los mismos meses del 2009 apenas fue de $327 millones de pesos. La fuerte reducción en el gasto de construcción da razón a los dueños de ferreterías y a los trabajadores de la construcción, que se quejaron, y aun se quejan, de que no venden en el caso de los primeros, y que no encuentran donde ganarse el sustento diario, así hablan los obreros de las construcciones públicas. La brusca caída en la inversión pública también da razón a las comunidades en todo el país que se quejan del abandono del gobierno”. Aseguró Martínez  Moya.

Reiteró que la diferencia entre los ingresos tributarios, ($54,243 millones), y los gastos y aplicaciones financieras, ($74,897 millones), de los meses enero-marzo del 2009, arroja un déficit de $20,653 millones de pesos, superior en  un 36% al déficit de enero-marzo del 2008.

Manifestó que el Presidente Leonel Fernández y su gobierno cometieron un grave error que hoy estamos pagando los dominicanos, cuando hablaron de que la economía dominicana estaba blindada y que la crisis internacional no nos impactaría, ya que, el no reconocer a tiempo los efectos de la crisis mundial, combinado con el desbarajuste fiscal del 2008, un déficit de $61,567 millones de pesos,  tiene al gobierno sin iniciativa y preocupado por la gobernabilidad, errores que han causado descontento entre los empresarios, que sienten al gobierno atrapado y sin iniciativa, por no tener un programa anticíclico como se le recomendó desde hace meses y como lo han hecho otros países que han sido previsores.

“Por estar negando los efectos de la crisis, el gobierno se descuido y a tiempo no acudió al FMI, al Banco Mundial y al BID, en busca de recursos para compensar la caída previsible en los ingresos internos y externos. Como consecuencia, los proyectos de inversión en el presupuesto de gastos del 2009 no tienen financiamiento internacional, mientras se agota el financiamiento de la banca nacional”. Dijo

Recalcó que  tampoco el gobierno ha  hecho caso, que debe priorizar las pequeñas obras, a fin de mantener trabajando al mayor número de dominicanos, para evitar la caída de la demanda y  que se concentre  a la vez  en la gestión de recursos externos para financiar acueductos, carreteras, caminos vecinales, porque solo así se iniciaría, poco a poco, un proceso de reversión de la tendencia recesiva de la economía, porque luego es que el sector privado demandaría los $20 mil millones de pesos disponibles en la banca nacional.

“Es decir, se le ha dicho que primero es crear la demanda, una responsabilidad exclusiva del gobierno en este momento, echo las autoridades monetarias están equivocadas, desorientadas, repitiendo la misma canción, de que han reducido la tasa de interés y de que hay recursos disponibles en la banca nacional; entienden que el proceso es al revés; quieren que el sector privado se endeude en la banca, pero no acaban de entender que ninguna producción en este momento tiene demanda asegurada. El gobierno debe crear la demanda”. Sostuvo el economista perredeista.

Recomendó al gobierno y las autoridades monetarias  olvidarse del maquillaje de cifras, porque a nadie engañan, ya que ni  empresarios  ni consumidores  creen en cuentos mal hechos; porque si faltara la evidencia internacional, para confirmar que la economía dominicana, (enero-marzo del 2009), entró en recesión, tenemos el comportamiento de la economía de los Estados Unidos en el mismo periodo, que tuvo una caída de 6.1%, y está demostrado estadísticamente que cuando la economía norteamericana crece  o decrece uno por ciento, la economía dominicana aumenta  también crece  o decrece entre 1.5% y 2%, de modo que el decrecimiento de 5.74% para la economía dominicana para los meses enero-marzo del 2009, calculado por esta Comisión Económica del PRD, también es consistente con el comportamiento histórico de la economía norteamericana. 

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