Así sucedió

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Al fin había llegado el 16 de Mayo, día de las elecciones.

Tantos avatares fueron vividos en estos últimos 6 meses.  El más trágico fue la desaparición de la compañera electoral de Danilo, quien trató de sustituirla con un cibaeño, donde lucía débil.  Quería un empresario de fuste, pero sólo estuvo disponible el que necesitaba reivindicar su nombre ligado al hombre de Elías Piña, y que no fue aceptado.  Tuvieron que contentarse con Perez, quien tarde hizo un buen papel.

Hipólito por su parte tuvo logros y caídas.  En lo interno logró imponerse a Vargas Maldonado quien renunció a la presidencia del PRD.  El país se vio inundado por una guerra masiva de encuestas pagadas, pero aun con la inversión grosera estatal del partido morado en obras públicas, regalos y compra de personas, se mantuvo en un empate técnico con Danilo.  Hipólito es Hipólito y no podía callarse y a cada momento se quitaba el bozal que le impusieron y le molestaba, y metía la pata, como penosamente sucedió en Noviembre en la reunión con el Cuerpo Diplomático donde con ese criterio irreflexivo, ofendió y vergonzosamente fue puesto en su sitio por un Embajador en defensa de su patria.

Algo insólito y esperanzador fue el desinterés y patriotismo mostrado por algunos prohombres, para poder concretar la unión de los partidos pequeños que se consideran serios.  Eduardo Estrella y Guillermo Moreno se presentan como candidatos a la presidencia y a la vice, respectivamente.  Max que aun huele a morado, el Exgeneral, muy coherente pero quien tiene mucha fortuna que explicar y Serulle un hombre serio y soñador, cedieron sus aspiraciones como  caballeros y patriotas, ante ese momento crucial de la historia, y dieron su total apoyo a la “Coalición por el Cambio” que se perfilaba como la receptora del 16.27% de los votos en la encuesta final de Gallup.

Ese día de votación fue muy agitado, sin embargo los resultados del conteo, un poco traumáticos por la parcialidad de la Junta Central Electoral, que tuvo que ser reestructurada a último momento con la salida de su Presidente Dominguez y del flamante director del Centro de Cómputos, quienes ya habían perdido toda credibilidad pública, y su actuar se interpretaba claramente como el “Plan C” del partido de gobierno, no había podido contrarrestarse totalmente.

A pesar de que el fraude típico estaba montado desde origen con la compra de Delegados de otros partidos y algunos Presidentes de Mesas Electorales que fue evidente y casi pública, identificado como “Plan B”, los observadores extranjeros y los conteos a boca de urna fueron presionantes y decisivos para que los resultados fueran reales y creíbles, aun con el 46.82 de abstención.

Hubo una segunda vuelta que lógicamente ganó quien logró conquistar el apoyo de la Coalición de Partidos cuyas cifras superaron ligeramente lo pronosticado.  El PLD que cree que don dinero lo es todo, ofreció villas y castillas, y que ciertamente lo es para casi la mayoría, trató de socavar la unidad de estos hombres, que estaban haciendo historia.  Ya lo había logrado con tantos “partiduchos aldabas” cuyo propósito siempre ha sido con pocos tontos útiles, allegarse dinero, como un vil negocio, que siempre hacen y les sale bien.

Entre lo peor y lo malo, la consigna fue acabar y no perpetuar más de lo mismo, el apoyo fue para el PRD y éste se fue de boca celebrando su triunfo en la segunda vuelta, pero esta vez no iba sólo en el barco, y no podrá repetir el desastre que acostumbra históricamente.  Lo mejor de todo fue que había nacido la tercera fuerza, pujante y augurante de un futuro con alternativa.

Leonel con su gavilla pasó los meses de transición muy traumáticos vaciando la casa y llevándose hasta la pintura de las paredes y el mosaico de los pisos, y el 16 de Agosto, y ante la amenaza cierta de tener que enfrentar cargos penales, tan pronto terminó la ceremonia de juramentación y traspaso de Banda Presidencial ante el Congreso, salió a toda prisa del país en avión privado hacia Colombia, antes que le fueran a poner impedimento de salida.  Ahora se perfila su extradición la cual es más difícil y tardada, pero que tiene la virtud de “bajearlo” y destruirle la poca buena imagen que aun mantenía.

El país se sentía esperanzado en un nuevo amanecer, como había habido tantos anteriormente.  Se esperaba que los políticos ladrones, esos que se creyeron inalcanzables por el brazo largo y lento de la justicia, fueran a la cárcel, ya que muchos se opusieron a un necesario paredón sanitario.  Con el dinero recuperado, negociando penas, se pagaría en gran medida la inmensa deuda externa que fue dilapidada y robada por ellos mismos, y podría volverse a institucionalizar el país, quizás como nunca antes, como un sueño que al fin se hacía realidad.

Leonel dejó al Estado totalmente quebrado.  No había dinero para pagar los sueldos ni atender las prioridades. Hubo que improvisar e inventar.

Ese día de verano en que se percibía un renacer, el calor era intenso, el sol inclemente, pero la esperanza florecía verde exuberante como si fuera primavera.

El primer decreto del nuevo gobierno fue disolver el viciado Congreso y en 6 meses llamar a nuevas elecciones congresionales.  Mientras, gobernaría por decreto.  El apoyo pareció unánime, si descontamos los afectados, sus familiares y comprometidos.

Yo no juego lotería, ni al palé, tampoco se interpretar los sueños, pero quizás alguien si pueda hacerlo con este bello sueño, del que no quería despertar, aun cuando escuchaba el despertador convocándome a enfrentar vivo un nuevo día, por la gracia de Dios y la tolerancia de los que se creen que todo lo pueden.

  luis@arthur.net 

Luis H. Arthur S.

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