Lic. Luis Ma. Ruiz Pou (Juan 11:1-44:) Según la Biblia, Lázaro de Betania, era un campesino enfermo que después de muerto, Jesús le devolvió la vida tras palmearlo y decirle ¡¡Lázaro levántate y anda!! - Lo resucitó para evitarle el descanso eterno-. El que había muerto se incorporó. Muchas veces entendemos que los políticos son injustos con nosotros. Sentimos que nadie se da cuenta de lo que ellos nos están haciendo; por lo que tenemos la tendencia de sentir lástima por nosotros mismos. Carecemos de amnesia temporal a la hora de elegir quienes serán nuestros representantes. Muchos de ellos ni siquiera creen en los principios que pregonan. Dicen que la ciencia política es una de la más pura; sin embargo, otros consideran que la actividad política es lo más sucio que han conocido. Quizás esta reacción es debido a que no se puede borrar con el codo, lo que se escribe con la mano. La carrera política es una de la más peligrosa. Una vez llegado a la meta, tiene que tener mucho cuidado en la gerencia de tus éxitos, porque las malas actuaciones en la dirección de la cosa pública, al final del periodo te puede encontrar con la muerte. En esa actividad no existen muertos políticos. La mayoría de estos muertos quieren resucitar de las cenizas de la carrera que lo colocó por un tiempo como gobernantes. Sostienen que un líder con capacidad de estrategia puede elaborar diferentes alternativas para retornar o retener el poder. Pero también los errores de su oponente le facilitan las cosas para el logro de sus objetivos. Un ejemplo de esto, es el caso del doctor Leonel Fernández, que en el año 2000, abandono el poder totalmente desacreditado por la mala administración del periodo 1996/2000. Su dirección fue tan desastrosa, que algunos dirigentes de su propio partido, el de la Liberación Dominicana (PLD) arremetieron contra Él. Leonel terminó “enfermo” por lo que fue considerado un muerto político. Sin embargo, las pocas luces políticas de Hipólito Mejía del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en su condición de Presidente de la República (2000/2004), y con el poder –sobrenatural- que Él creía tener, le devolvió la vida a Leonel. Tras palmearlo le dijo, “levántate y anda”. El supuesto muerto se levanto de las cenizas y retorno al trono de la Presidencia (2004/2008), gracias al poder divino de Hipólito Mejía que terminó muerto, sin posibilidad de ser resucitado. Por la divinidad de la re-elección que otorgaba un periodo más, Leonel evaluó los costos y los beneficios para la compra de votos y de dirigentes de la oposición. Una vez más retuvo el poder; pero esta vez muy cuestionado por las armas que utilizó para vencer a su oponente, que lo fue el ingeniero Miguel Vargas Maldonado (MVP), como fueron los casos de la “Sund Land”, las “Nominillas” y el PRA; además de intentar eliminar la “Re-elección”. El escenario estaba montado para que Leonel terminara su mandato con una segura muerte política; sin embargo, el MVP con el poder soberano que le otorgó la XXVII Convención del PRD como partido de oposición, firmó un pacto con su oponente que evito el descanso eterno a Leonel así como a Hipólito. -Lo habilitó a los dos que estaban jubilados- Los tropiezos por falta de luz política del equipo de asesores del MVP, han provocado que sectores que simpatizaban con Él, disgustados por el proceso convencional para elegir al Secretario General y de Organización, se agrupen entorno a Leonel Fernández que busca el “Congreso para el regreso” y al grupo del PPH que batutea Hipólito. Ahora, todos hacen yunta para tratar de hacer fracasar la gestión del MVP, Presidente del PRD. Se agruparon como los mosqueteros del Rey “Todos para uno y uno para todos. Con la firma del famoso pacto, Miguel les dijo: “Levántense y anden que la unión hace la fuerza”. |
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sábado, 5 de diciembre de 2009
¡¡¡Levántense y anden!!! La unión hace la fuerza
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