De Clave Digital/Remitido por la periodista Francia Arrendell |
He leído sólo dieciséis páginas de ese informe, puesto que mi fuente tuvo miedo al final, pero son suficientes para tener una idea de la manipulación a que fue sometido el país en las elecciones pasadas. |
Andrés L. Mateo |
Carlos Beicochea es un asesor de imagen y estratega electoral, a quien el PLD contrató para estudiar cuáles eran las condiciones necesarias para irse en la primera vuelta. De origen colombiano, llegó al país por la vía de un embajador, y produjo un informe de setenta y dos páginas cuyas conclusiones se asemejan extraordinariamente a lo que ocurrió. He leído sólo dieciséis páginas de ese informe, puesto que mi fuente tuvo miedo al final, pero son suficientes para tener una idea de la manipulación a que fue sometido el país en las elecciones pasadas. Beicochea consideró tres condiciones imprescindibles para que el presidente Fernández triunfara en la primera vuelta: “a)Desmembrar al Partido Reformista hasta reducirlo a no más de un 5%. b) Neutralizar trescientos mil votos perredeístas. Y c) producir un nivel de propaganda muy próximo a la saturación”. Los tres hechos se dieron fehacientemente en el certamen electoral, en medio del tigueraje de la política dominicana; pero lo que sí tiene la horrorosa marca del carimbo de la corrupción fue la forma de lograrlo. Beicochea sabe que no ofendía a nadie cuando escribió: “Lograr estos tres puntos no es nada difícil, siempre y cuando se tenga el presupuesto adecuado, puesto que la logística de estas acciones es el dinero. En lo que respecta al Partido Reformista la meta es fácilmente alcanzable, porque sus dirigentes nunca se han movido por ideales, y encuentran natural irse de un lugar a otro, siempre que haya cargos o dinero, o ambos a la vez”. Pero aun así recomienda “cubrir estos actos de un cierto toque de espontaneidad, y de cierta majestad, a través de la asistencia a los mismos del Presidente Fernández”. La neutralización de los votos perredeístas Beicochea la denomina “focalización de activistas”, y, según él, “se debe orientar hacia núcleos familiares netamente definidos en su intención del voto y, preferiblemente, en su militancia”. El procedimiento es “el regularmente aplicado en estos casos, mediante la retención del documento de identidad hasta después de transcurridas las elecciones”. Hay otras recomendaciones que él llama “de impacto menor”, como el sonsacamiento de algunos dirigentes del PRSD en la capital y en Santiago, o la “captura”(sic) de alguna figura importante del PRD. Yo no tengo ninguna relación sentimental con el Partido Reformista, ni me conmueve en forma alguna su destino, pero es claro que fue estremecido por una fría conspiración del Estado, tal y como revela el Informe Beicochea, cuyo contenido revela una constante histórica: que las reelecciones son fuentes de corrupción e impedimento de consolidación institucional, porque si lo sugerido se parece tanto a lo que ocurrió, y el plan se financió con los fondos públicos sin ningún escrúpulo y a la vista de todos, la reiteración de ese trauma desarticula toda esperanza de vida institucional verdadera. La desgracia mayor de nuestro país es que nuestros “líderes” son carroñeros, y no importa que sepan conceptualizar, porque a la hora de actuar desdicen su discurso y encanallecen a la sociedad en su conjunto. |
domingo, 8 de junio de 2008
SOBRE EL TIEMPO PRESENTE/ Informe Beicochea
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