La desconfianza del PRD en la utilidad de esta reunión, planteó Luis Abinader, vicepresidente del la entidad, no debe ser entendida como un rechazo al diálogo y la concertación, sino como la muestra de que el Partido no está dispuesto a prestarse a un nuevo juego de distracción política y a una nueva frustración.
“Si el presidente Fernández tiene su propio proyecto de reforma constitucional, si tiene una propuesta para resolver el problema energético en el 2012, si ha declarado entre sus principales prioridades la construcción de la segunda línea del metro y el tren Haina-Santiago, si no tiene disponibilidad presupuestaria para apoyar la educación y los sectores productivos, sería interesante saber cuales podrían ser los grandes temas de la cumbre, aparte de los parqueos del Barrio Chino y el conflicto de Diandino con Fenatrano”, opinó.
Dijo que las dudas son legítimas y están motivadas en el historial de incumplimiento de los compromisos que acompañan al Presidente Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana; y recordó que el gobierno ha violado la Ley de Educación, la Ley de Presupuesto, la Ley de Contratación de obras y Servicios del Estado, la Ley Municipal y la propia Constitución de la República.
Los partidos de oposición y las fuerzas sociales, considera Abinader, necesitan algunas garantías de que la cumbre puede ser algo más que un acto protocolar o un gesto de buena voluntad, en vista de que el Congreso inició el conocimiento del proyecto de reforma constitucional y el Gobierno no tiene disponibilidad presupuestaria para respaldar las decisiones que pudieran adoptarse en materia de inversión social y políticas públicas.
Advierte que sin señales claras de que presidente de la República está dispuesto a respetar el mandato de la ley y a crear las condiciones para cumplir a corto plazo los compromisos que se acuerden, la cumbre no tiene ningún sentido porque sería perder el tiempo en un evento bizantino.
Hasta ahora, afirma, los hechos del gobierno y del Partido de la Liberación Dominicana no han mostrado un real interés por la concertación y la búsqueda de soluciones a los problemas de la agenda nacional.
Abinader, ratificó su sugerencia de la semana pasada para que el PRD evalúe con mucha cautela su participación en la reunión convocada por el presidente Leonel Fernández, ya que hasta ahora el Gobierno no ha mostrado ninguna voluntad para cumplir sus compromisos frente al país
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