Por Moisés Iturbides
La peña que ideara el compañero Jorge Puello hace unos dos años y que un grupo de compañeros acogió como el pulmón de una agitada agenda política desde el inicio de la precampaña a mediados del 2006, entra en receso ahora para dar paso a un programa de discusiones más profundas.
Y, a partir de cuando se inicia un circulo de estudio basado en las tesis ideológica y doctrinaria del Partido; hacia la hipótesis programática del Gobierno Compartido, que lanzara el compañero líder fenecido doctor José Francisco Peña Gómez, que hoy es herencia de todos los peerredeístas.
Vale decir que ya antes del programa de Gobierno Compartido, el compañero líder junto a un grupo de otros líderes socialistas democráticos latinoamericanos habían lanzado el programa de “Socialismo Democrático Latinoamericano” que vino a ser una adecuada adaptación de los principios Social Demócratas que sirven de base doctrinaria a numerosos partidos de Europa y el resto del mundo.
Peña, en cierto momento se planteó que las experiencias, conocimientos y conquistas acumuladas, hasta cierto modo habían convertido la Social Democracia en instrumento adecuado para países muy desarrollados y cuya aplicación en América Latina y otros países del llamado tercer mundo presentaba algunos inconvenientes.
A partir de las adaptaciones necesarias el socialismo democrático, tanto en la región como en otros hemisferios, experimentó nuevos bríos, dice el documento inicial para el estudio del ideal de Peña Gómez preparado por Luís Graveley, Secretario de educación de la seccional.
Del proyecto de Gobierno compartido citamos: Hemos dicho que la tarea del desarrollo y de la democracia tiene como objetivo y meta principales a la gente, Es el ser humano en su expresión individual y como sujeto social colectivo, el fin prioritario del desarrollo y del crecimiento económico. Termina la cita.
A seguidas Peña se planteaba las dificultades de los países más pobres frente al avasallante desarrollo tecnológico, económico y social consiguientemente; con lo que quiero señalar que el líder tenía una visión clara y objetiva de nuestra realidad, no solamente en lo concerniente a nuestro país sino en lo hemisférico y mundial y es que su posición como vicepresidente mundial de la Internacional Socialista le permitió observar y estudiar a fondo la pobreza de la dos tercera partes de la humanidad; de ahí que se aferra y propaga la consigna ideológica de “Primero la gente” el bienestar y progreso de la gente ha de ser el fin de todo programa de desarrollo económico y social.
Se plantea la democratización, reforma y modernización del Estado con participación de la gente, y señala que la nueva situación mundial obliga al Estado moderno a sostener una relación con la sociedad civil para que ello le permita un alto grado de gobernabilidad y termina diciendo; citamos del programa de gobierno compartido: Sin esta relación y esta capacidad no sólo el proceso de desarrollo social; sino también la estabilidad y consolidación mismas de la democracia se verían seriamente cuestionadas. Termina la cita.
En el marco de estos conceptos La Corriente Peñagomista, idea de Luís Graveley, desarrolla sus primeras discusiones con miras a la realización de la primera cumbre el domingo 11 de los corrientes en el salón de actos de la seccional en Manhattan, podemos afirmar que si bien la Peña ha dado paso a la Corriente, esta no desaparecerá puesto que no son antagónicas porque la peña es una discusión abierta de temas generales, mientras la corriente estudia la ideología del partido y el ideal de Peña Gómez, sobre el fundamento de su adaptación del Socialismo Democrático al Socialismo Democrático Latinoamericano junto a otros líderes latinoamericanos.
A más de Luís Graveley, participan en las discusiones numerosos compañeros como Ramón Polanco, Henry Taveras, Felipe Rivera, Angel Mambrú, Julián Meléndez, Augusto Doñe, Faustino Ramírez, Jhon Sánchez, René Mateo y Raisa Marcial entre otros.
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