viernes, 26 de octubre de 2007

Retrato hablado de la actual situación Dominicana.

Enviado por Carlos de León
Por: Luis H. Arthur S.
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El Presidente Fernández pudo ser el mejor presidente que jamás haya tenido este país, pero en lugar de actuar en ese sentido e imitar a los buenos, su protector y maestro por ejemplo, prefirió imitar a esa máquina política, mañosa y con pasado de colaboración Trujillista imborrable.

Y a pesar de su intelectualidad se quedó rezagado en el pasado, sin percatarse que los tiempos cambian y que ya no estamos en los tiempos de los dictadores como Trujillo ni los presidentes como Balaguer.

Quizás el ciclo de la vida en su eterna orbita nos vuelva a retrotraer situaciones similares en el futuro, pero estos no son los tiempos.

Pudo, al igual que consiguió a un buen y capacitado funcionario para el Banco Central y la macroeconomía y ceñido con la camisa de fuerza del FMI que le imponía disciplina que cumplía a disgusto, conseguir a personas serias y capaces para los otros aspectos sensibles del progreso nacional: Electricidad, educación, salud, orden y buena policía, disminución de la pobreza creando buenas políticas y disminución del desempleo, y no haciendo del Estado un “caja de empleos” para compañeritos y ahora para contrarios y todos los que se venden.

El Presidente Fernández a mi juicio no sólo ha hecho un mal gobierno, sino que al enfrascarse en la funesta reelección, se ha como desquiciado, ha perdido la compostura y el respeto a su alta investidura y a su pueblo, y está actuando incomprensible e incorrectamente y con visos de ilegalidad descarada.

Hemos visto con pena como el mismo se ha derrochado, y ese actuar es luctuoso para todos, pues deja un panorama político deprimente para dentro de 7 meses. Compró, disciplinó y sonsacó a los miembros de su partido para ser electo candidato, rompió hermandad y amistad, compromisos y acuerdos. Nada importó, sólo el poder que todo lo obnubila y lo corrompe.

En ese firmamento oscuro y nebuloso sólo parece brillar una estrella, que no acaba de iluminar. Quizás no es tiempo y como la de Belén, cuando le llegue conducirá al pueblo, como otra lo hizo con los Reyes Magos, hacia las urnas, para dar una lección a los corruptos y que no supieron estar a la altura donde el destino los elevó, sin ver que eran mediocres y no estaban aptos para tareas transcendentes y casarse con la gloria.

luis@arthur.net

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