martes, 21 de septiembre de 2010

La democracia revolucionaria crea polémica sobre Bosch

Los historiadores Euclides Gutiérrez Félix y Frank Moya Pons fijaron posición en la puesta en circulación de la obra, mientras el ministro de la Presidencia critica postura de Moya, Euclides admite que muchos peledeístas desertaron de Bosch

Escrito por: José Rafael Sosa (www.joserafaelsosal.com)

El acto de presentación del libro “La Democracia Revolucionaria”, de René Fortunato, efectuada anoche en el Teatro Nacional, dio lugar a un acontecimiento literario y político caracterizado por la confrontación de posturas en torno a la vida y obra de Juan Bosch que no se habrá de borrar fácilmente de la memoria colectiva.

El auspicio del libro estuvo a cargo del Senado de la Republica, cuyo presidente manifestó mediante una carta a Fortunato, su inconformidad por la inclusión del trabajo de Moya Pons. El prologuista no estuvo presente en el acto. De acuerdo a versiones se encuentra fuera del pais.

La polémica la abre el prólogo escrito por el historiador y presidente de la Academia Dominicana de la Historia, doctor Frank Moya Pons, con afirmaciones de que fueron rechazadas (sin nombrarlo) por César Pina Toribio, Reynaldo Pared Pérez y Euclides Gutiérrez Félix.

Moya Pons escribe una pieza de introducción que proyecta una imagen de Bosch que ha sido rechazada, al dividirlo en etapas existenciales e ideológicas, enrostrarle que no tenía títulos académicos o sociales (por lo cual para su regreso al país se sugirió que se le llamara “profesor”, al ignorar su condición de historiador y cuentista y al destacar su estado de salud en los años de su vida.

Euclides rechaza

En una intervención grabada en video y proyectada durante el acto, el doctor Euclides Gutiérrez Félix sostiene que Bosch fue rechazado por los historiadores que corresponden a los intereses de la oligarquía, por lo cual nunca fue reconocido ni aceptado en la Academia Dominicana de la Historia, entidad científica a la que dijo pertenecer pero a la que censuró al considerarla como un pequeño grupo de capilla, ideológicamente contrario a las ideas liberales.

El historiador sostiene que la labor de Juan Bosch de investigación y divulgación a nivel popular no ha tenido nunca el reconocimiento de los historiadores de la derecha.

En los corrillos intelectuales dominicanos se ha considerado que el ensayo histórico “De Cristóbal Colón a Fidel Castro” es la mejor versión histórica del caribe, tema que fue tratado en otro libro por el propio Moya Pons.

Cesar Pina:

“Un solo Bosch”

En las palabras de presentación que pronunció anoche el doctor César Pina Toribio, -uno de los dos prologuistas del libro y sin mencionar a Moya Pons, rechazó sus criterios y afirmó que solo hubo un Juan Bosch, “el más coherente y prestigioso líder político que ha tenido la República Dominicana”.

Pina Toribio destacó los aportes de Bosch a la sociedad y dijo que, cuando comenzó a sentir los efectos de su enfermedad, convocó al Comité Político para informarlo y preparó las condiciones para ser sucedido en el PLD, de lo cual resaltó no ha sido hecho por ningún otro dirigente nacional de partido alguno.

Rechazó que se pretenda desdibujar la imagen de Bosch, segmentándolo en etapas. Consideró que hay solo un Bosch, “el más grande de los dirigentes políticos contemporáneos dominicanos”

Fortunato:

“Es democracia”

El autor del libro manifestó que incluir un prólogo que cuestiona aspectos de Juan Bosch, en lugar de ser criticado, debe ser aplaudido como un ejercicio democrático.

Fortunato, reconocido como el principal reconstructor audiovisual de la historia dominicana del pasado siglo y tiene en su haber numerosos reconocimientos, afirmó a diversos medios de comunicación que “En lugar de criticarse, debe enaltecerse porque quiere decir que realmente estamos en una democracia”.

Moya Pons sostiene: dfasdasd

La posición de este historiador fue la causa de la polémica que generó que se incluyera un segundo prólogo.

fue El título de “profesor” se le puso, poco antes de su regreso al pais tras la muerte de Trujillo, porque había necesidad de que al regresar al pais se le nombrara de una forma similar a como ocurría con los miembros de la elite dominicana. Sostiene textualmente “Juan Bosch, no tenia titulo universitario, ni social, ni militar”. Dice que la sugerencia fue hecha por Julio Cesar Martínez, periodista que le acompañaba en una gira de charlas en Costa Rica

El texto fragmenta y clasifica a varios “Bosch”: el demócrata, a quien contrasta con el Bosch de ideas pro-comunistas, el Bosch resentido de la democracia,

Habla del Bosch enfermo y decrepito, enfermo del Mal de Alzheimer, “que muchos preferirían olvidar y lo contrasta con el presentado por Fortunato en su vida: el Bosch brillante y luminoso, maestro de la democracia representativa, el pensador y político liberal, el orador y didáctico.

En la pieza de Moya Pons, se divide al Bosch demócrata, del que luego postula la Dictadura con Respaldo Popular, con una sugerencia directa sobre su acercamiento a la ideología comunista, apoyado en la renuncia que hizo Bosch en un momento de la democracia y su declaratoria como seguidor del pensamiento marxista.

El prólogo

La Democracia Revolucionaria tiene dos prólogos. El del historiador Frank Moya Pons, y presidente de la Academia Dominicana de la Historia, fue cuestionado y rechazado anoche en la puesta en circulación en el Teatro Nacional, por su intención de dividir a Bosch en etapas, clasificarlo ideológicamente en varios sentidos y resaltar su enfermedad de Alzheimer all final de su vida.

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