miércoles, 11 de marzo de 2009

CRISIS ETICA Y MORAL DOMINICANA

 Es evidente que la República Dominicana atraviesa una crisis ética y moral de proporciones escandalosas. Esta crisis abarca todos los sectores de la vida nacional; religiosa, política, familiar, sindical, empresarial, etc.

 Los últimos escándalos, como el de la Cámara de Cuentas y el nombramiento de nuevos jueces para suceder los corruptos salientes, no en base a capacidad sino, para pagar favores políticos del presidente Fernández; la sentencia de la Suprema Corte de Justicia sobre el caso de la Sunland; el indulto de la señora Zambrano [Baninter] y el de los peerredeístas envueltos en el caso RENOVE; la violación a la consulta popular sobre como hacer la reforma a la Constitución; la masacre de Baní y el “involucramiento” de altos oficiales de las Fuerzas Armadas; la compra de dirigentes de la oposición para favorecer la reelección; la  repartición de los diputados del Parlamento Centroamericano [PARLACEN] entre la cúpula del PRD; el pago de las nóminas CB (Alias nominillas) para favorecer a los dirigentes del partido de gobierno etc., etc., reflejan sin lugar a dudas, un franco deterioro de los valores éticos, amenazando con destruir la paz social y la gobernabilidad en el país.

 El PRD es un reflejo de esa triste realidad, las ambiciones personales -a veces irracionales- de algunos miembros de la cúpula de la dirección del partido, generaron una carrera a destiempo por la nominación presidencial, impidiéndole al partido hacer una reflexión profunda sobre los resultados del pasado proceso electoral.

 Otra muestra discordante la constituye la decisión de un connotado dirigente de aspirar a la presidencia del partido, lo que lo convertiría en juez y parte si decide -tal como se espera- aspirar a la presidencia del país desde esa posición. De por sí, este lance político de ese importante grupo interno, lo conduce a una encrucijada de ilegitimidad que difícilmente pueda ser explicada a la luz del sentido común.

 De acuerdo a los actuales estatutos del PRD, la presidencia del partido es incompatible con la presidencia de la nación y el peerredeísta que resultare elegido tendrá la ilegítima encomienda de modificarlos, para que se acomoden a sus pretensiones.

 Este manojo de acciones erráticas impide que el PRD realice su labor de oposición racional, como instrumento de lucha del pueblo dominicano, lo cual es determinante para enfrentar con éxito las dificultades que se presentan en las actuales circunstancias.

Pero ante esta realidad, cabe preguntarse ¿qué hacer para combatir con éxito estos actos de irracionalidad, mientras se mantiene al partido en el centro del debate nacional, sin volver al pasado triste de las componendas individuales?

 Pienso que se debe realizar una amplia consulta con los representantes de los tres grupos mayoritarios que se disputan la dirección del partido para nominar una figura emblemática (ética, moral y capaz) que pueda asumir en este momento de conmoción, el alto mando de la organización.

 Esta decisión enviará un mensaje claro del compromiso del PRD de enfrentar la crisis ética y moral que afecta la sociedad y a sus instituciones, fortaleciendo la unidad en el nivel direccional y evitando que el debate a lo interno del partido destruya la unidad y el sosiego que debemos tener los peerredeístas para salir airosos, enfrentando al gobierno dilapidador, abusador y corrupto del presidente Fernández. 

 En el plano local (New York) esta descomposición es aun peor; la falta de dirigentes de verdadero honor y valía, aspirando a la dirección del partido,  ha conducido a auto nominaciones personales y grupales y con la complicidad de algunos miembros, la dirección de la Seccional ha llegado a lo insólito de proponer a posiciones relevantes en la Seccional a personas que hasta hace poco militaban en las filas del PLD.

 El resultado final es que tendremos en la dirección del partido local a dirigentes descalificados por sus actuaciones públicas y personal, y que ascenderán bajo la premisa del irresponsable lema de que “a falta de pan casabe”.  

 En resumen para poder competir con éxito en las elecciones del 2010 y del 2012, el PRD tiene que hacer lo siguiente:

 1. Lograr un consenso para que se escoja para la dirección del partido un compañero(a) cuyo nombre, al ser mencionado sea un verdadero estandarte de probidad, seriedad y capacidad. Sugiero compañeros como Milagros Ortiz Bosch, Hugo Tolentino Dipp e Ivelisse Prats de Pérez etc. Para evitar un simple y tradicional “acuerdo de aposento”, el o la compañera que sea escogido, deberá concurrir a la convención de junio, para enfrentar de manera democrática a cualquier sector que se oponga a este acuerdo.  

 2. Establecer junto a la nueva dirección del partido un método científico que ayude a tomar decisiones en la escogencia de los mejores hombres y mujeres  que nos representarán en las elecciones de medio término. Ello evitará que los grupos patrocinen compañeros(as), no comprometidos con los más sanos intereses del partido.

 3.  Establecer un verdadero compromiso con el pueblo para ejecutar el programa de Gobierno Compartido, iniciando de inmediato la construcción del estado moderno, a través de un verdadero proceso de institucionalización, participación y de descentralización de las acciones del Poder Ejecutivo.

 4.  Convocar de manera urgente a las verdaderas fuerzas vivas del país, a fin de impedir que la propuesta de reforma, injusta y conservadora, sea aprobado por el congreso peledeista y que se reintroduzca para que se realice en el futuro a través de un proceso democrático, como el que está ocurriendo en algunos países de América del Sur que han llamado al pueblo a expresarse sobre el Sí o Nó, a través de una Asamblea Constituyente.

 Rene A. Mateo

Miembro del CEN Seccional N.Y.C

Directivo del Movimiento PEÑAGOMISTA NEW YORK

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