Por Ramón Ceballos
El discurso pronunciado por el señor Presidente de la República Dominicana en el 165 aniversario de nuestra Independencia, ante la Asamblea Nacional, para rendir informe detallado de su gestión como presidente durante el pasado año fiscal, hay que reconocer que creó muchas expectativas en el pueblo dominicano.
Fueron dos horas de exposiciones frente a un Congreso para el Progreso que el PLD y el Dr. Leonel Fernández, querían y por el cual gastaron mas de cinco (5) mil millones de pesos del presupuesto nacional. El presidente de todos los dominicanos estuvo frente al mismo Congreso Nacional que le ha permitido un poder monárquico mediante el cual ha anulado en términos reales la separación de los poderes públicos, y la acción de fiscalización de las actuaciones del Ejecutivo que constitucionalmente debe ejercer el Congreso Nacional.
Los rostros de los asambleístas se veían relucientes, pues tenían frente a ellos el responsable de pretender destruir el sistema de partido político y el personaje que ha pretendido erigirse en una especie de ser supremo, colocado por encima del bien y del mal, en ocasiones al margen de la “Constitución dominicana y las leyes de la Nación” mientras ellos no han tenido el valor para asumir su papel.
Una vez más el 165 aniversario presentó el escenario para que el Dr. Leonel Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana se dedicaran a tratar de engañar a la población con números de un supuesto "bienestar económico" que solo lo perciben los funcionarios de su gobierno, cuando la realidad es que tenemos 3.5 millones de pobres, 1, 480,000 indigentes, 200,000 nuevos desempleados.
Los números que presentó en su informe el presidente ante la Asamblea Nacional contratan con la situación de los parques de zonas francas, el sector industrial y los productores agrícolas quienes están quebrados, mientras su política económica ha duplicado nuestra deuda externa y de acuerdo a los indicadores de pobreza somos un país cada vez más pobre mientras el gobierno y sus funcionarios dilapidan una fortuna.
En su comparecencia ante la Asamblea Nacional, el presidente en lugar de rendir cuenta de lo que hizo en el año 2008, se dedicó a formular las mismas promesas de hace anos; mientras la población estaba esperando que hablara el señor presidente de la deuda Cuasi Fiscal del Banco Central, la cual, se ha duplicado durante su gobierno. Estuvimos por más de dos horas esperando que nos explicara como su gobierno enfrentaría la inseguridad ciudadana, pero nunca llegó usted a hacerlo.
Nos dejó esperando señor presidente, mientras hacía sus explicaciones detalladas como buen profesor que dicen usted es, que dijera la verdad acerca de la falta de circulante y la persistencia de las altas tasas de interés que su gobierno mantiene, las cuales están presionando fuertemente a las empresas y diminuyendo la actividad económica en nuestro país.
Estuvimos a la expectativa esperando durante dos largas horas que en sus explicaciones se refiriera a las razones mediante las cuales su gobierno durante este año tiene un medio circulante con un 15% más bajo que hace un año. Realmente usted dejó a la población con deseos de escuchar una razón lógica que indique porque usted ha permitido un aumento de las tasas de interés.
La gente del pueblo teníamos esperanzas que el presidente usaría la solemnidad de los salones de la Asamblea Nacional para explicarnos como su gobierno y el del PLD iban a enfrentar el hecho de que en la actualidad hay 20 mil millones de pesos menos en las calles, situación esta que ha venido presionando fuertemente la economía popular.
Los ciudadanos dominicanos esperamos que llegara el 27 de febrero, porque sus funcionarios habían dicho que presentaria soluciones claras a los problemas que su gobierno ha incrementado, pero estuvimos dos horas escuchando su discurso ciudadano presidente esperanzados escuchar explicaciones satisfactorias que nos indiquen porque esta usando préstamos externos e internos por un valor de RD$81 mil millones de pesos para cubrir el exceso del gasto público que usted incrementó durante la pasada campaña electoral.
En el discurso, señor presidente a pesar de ser de unas dos horas de duración, usted no tuvo tiempo o mejor dicho quizás se le olvidó explicar porque si sus funcionarios dicen que existe bonanza económica la administración del PLD que usted encabeza acumuló RD$27 mil millones de atrasos en el pago de intereses al Banco Central, a los generadores de electricidad, a las empresas importadoras de gas, a los contratistas, a los productores agropecuarios, a los medios de comunicación y otros suplidores.
Los dominicanos esperábamos respuestas durante su discurso éste 27 de febrero en la Asamblea Nacional al cuestionamiento que el pueblo le ha venido haciendo para que explique las razones que justifiquen porqué en su gestión de gobierno los dirigentes del PLD que a la vez son sus funcionarios gastaron 20 mil millones de pesos en propaganda, 40 mil millones en pago de nómina de 100,000 botellas que llevaron a la administración pública; 20 mil 800 millones de pesos en pago de nominillas fantasmas a miembros de su partido el PLD que cobran sin trabajar y que son los generadores del déficit que hoy tiene el país.
En vista de que la presencia del señor presidente, en la Asamblea Nacional, es solo para rendir cuenta de lo que ha hecho durante el año anterior, esperábamos que le dijera al pueblo dominicano, porqué los funcionarios del gobierno que usted dirige han dilapidado 24 mil millones de pesos del patrimonio del Estado en sobreprecios de obras de infraestructura, pero sin emabargo usted nunca se refirió a éste grave problema que su gobierno ha generado.
Esperamos con la paciencia de Job, una justificación que nos indicara como es posible que en un país donde los médicos ganan 16 mil pesos, y los militares apenas 4 mil pesos mensuales el gobierno que usted encabeza ha podido gastar 2,000 millones de pesos en gastos excesivos en viáticos, pasajes y gastos de representación, 2,000 millones de pesos en consumo excesivo de combustibles, 2,500 millones de pesos para pagar salarios y honorarios a funcionarios del PLD.
Nos dejó esperando señor presidente una justificación de las razones que su gobierno tuvo durante el año pasado para gastar 1,600 millones de pesos en compra de vehículos y yipetas lujosas para funcionarios de un gobierno incapaz de buscarle solución a los problemas nacionales.
Señor presidente esperamos y aún continuamos esperando explicaciones que justifiquen la dilapidación de 1,600 millones en honorarios de supuestos servicios técnicos profesionales, 1,200 millones de pesos en pagos de salarios a personal excesivo en el servicio consular, 800 millones de pagos múltiples a funcionarios, 1,100 millones en construcción de apartamentos de lujo para funcionarios públicos que a la vez son dirigentes del PLD, 3 mil 300 millones de pesos en la compra de aviones Tucano y 30 mil millones en un Metro que sólo usted señor Presidente ha tenido como prioridad.
La población se quedó esperando que usted explicara las razones que lo motivaron a usar los poderes que le brinda la constitución dominicana para pagar favores electorales y asumir la controversial decisión de indultar a Vivian Lubrano y otros delincuentes de cuello blanco durante el período navideño.
Usted señor presidente tuvo fuerzas para decirnos durante sus dos horas de alocución que su gobierno ha sido un fracasado en la aplicación de medidas para enfrentar la delincuencia en las calles. Aun seguimos esperando que nos diga señor presidente porque usted y sus funcionarios no han enfrentado la delincuencia gubernamental de cuello blando que se ha incrementado durante su gobierno.
Debo admitirlo con toda sinceridad, su discurso me dejó frustrado, señor presidente, porque usted no tuvo el valor de decirnos y explicarnos sus razones por las cuales en su gobierno abundan los engaños, los robos, los atracos, asaltos, balaceras y desfalcos de las Instituciones públicas.
En el discurso pronunciado, señor Presidente, en el 165 aniversario de nuestra Independencia ante la Asamblea Nacional, si observe durante esas dos horas en las cuales esperaba sus respuestas a nuestros problemas, un gran dominio de la retórica, demagógica a la que nos tiene acostumbrado, con la única diferencia que la magia que usted ha tenido se le ha agotado.
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