jueves, 13 de diciembre de 2007

Ingeniero Castellanos; caudal de agua era perfectamente manejable

Eulalio Almonte-Rubiera
Oficina de comunicaciones comando de campaña MVM

Afirma operación incorrecta de la presa de Tavera provocó tragedia de Santiago

El ingeniero Bernardo Castellanos afirmó que la operación incorrecta de la presa de Tavera fue la causa principal de las inundaciones que arrasaron varias comunidades y zonas agrícolas de Santiago y de la Línea Noroeste y explicó que “las crecidas provocadas por la tormenta Olga eran perfectamente manejables por el embalse de ese complejo hidroeléctrico”.

Castellanos, quien fuera Director de Proyectos de la Empresa de Generación Hidroeléctrica de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) consideró que “la catástrofe ocurrida en Santiago y zonas aledañas se debió única y exclusivamente al hecho de desaguar 14 mil 400 millones de galones de agua en apenas cuatro horas, lo que originó un torrente que no tiene precedente en la región, a pesar de que en otras ocasiones se habían producido caudales entrantes a la presa de Tavera superiores a los producidos por la tormenta Olga”.

Indicó que el manual de operación de las centrales hidroeléctricas, que data del año 1983, establece que ante la inminencia de que un fenómeno atmosférico pueda producir lluvias significativas en las cuencas de de la presa de Tavera-bao, se deben abrir las compuertas del vertedero con 48 horas de anticipación para evacuar de manera constante un caudal de 500 metros cúbicos por segundo, sin producir daños en la zona de Santiago ni en el entorno del Yaque del Norte.

Si eso se hubiera seguido el procedimiento establecido en dicho manual, se hubiera podido desaguar en 48 horas unos 86 millones de metros cúbicos, que es aproximadamente la tercera parte del embalse útil de la presa Tavera-Bao eso hubiera producido un almacenamiento adicional para amortiguar la crecida que entraba al embalse

”la crecida que se presento en el embalse de Tavera no fue repentina ya que no ocurre de la misma manera que ocurre un terremoto, el cual no avisa; en este caso los responsables de la operación de la presa de Tavera debían saber que el nivel del agua en el embalse de la presa estaba subiendo y sabían que estaba lloviendo en cantidades importantes en la cuenca que alimenta el río Jimena, afluente del Yaque del Norte, esos hechos eran mas que suficientes para alertar a las autoridades sobre la magnitud de la crecida que se avecinaba y debieron dar la alarma con tiempo suficiente para que operaran las compuertas de la presa de Tavera según lo establece el manual de operación de dicha presa para manejar y amortiguar los efectos de una operación que se hizo violando todos los procedimientos establecidos y la mas elemental regla que existe, que es la del sentido común”, subrayó el ingeniero Bernardo Castellanos

Sostuvo que “al margen de la falta de previsión en que incurrieron las autoridades de la CDEEE, como entidad responsable de la operación de todas las presas con centrales hidroeléctricas, y del INDRHI, la crecida entrante al embalse de la presa de Tavera era totalmente manejable por el embalse si el mismo se hubiera operado siguiendo los procedimientos establecidos en el manual de operación, aun no cumpliendo con la regla de evacuar 500 metros cúbicos por segundo 48 horas antes de que el fenómeno impactara, ya que el nivel en que se encontraba la presa arrojaba una capacidad de amortiguamiento apreciable de la crecida entrante, lo cual hubiera permitido reducir significativamente los volúmenes desaguados por el vertedero de Tavera y evitar el drama que hoy vive santiago y los pueblos del bajo Yaque.

Refutó la explicación del ingeniero Héctor Rodríguez Pimentel, director del INDRHI; en el sentido de que “en tiempos normales el nivel pluviométrico de la cuenca del Yaque del Norte es de 2,200 milímetros en un año, pero que en sólo 24 horas se experimentaron 498.6 milímetros, alrededor del 30% de la cantidad total que se registra en el año”.

Dijo que no es cierto que la lluvia promedio anual sobre la cuenca de la presa Tavera- Bao sea 2,200 milímetros al año, sino 1,600 Mm. /año y que en la cuenca haya llovido 498.6 milímetros en 24 horas, ya que esa cantidad de lluvia es similar a la que cayo cuando el huracán David en el 1979 y se sabe que la tormenta Olga produjo muchísimo menos lluvias que la que produjo el huracán David”

“Tampoco es cierto que nunca antes en la presa de Tavera habían entrado 6,670 metros cúbicos por segundo, ya que con el huracán David el caudal entrante a Tavera se estimo en unos 7 mil metros cúbicos por segundo con una cantidad de lluvia muy superior a la producida por el paso de la tormenta Olga”, agregó el ingeniero Castellanos.

Explicó que “el nivel máximo de operación normal de la presa de Tavera es la cota 327.50 metros, pero el nivel máximo extraordinario a que puede llegar el embalse frente a una crecida provocada por un fenómeno atmosférico es la cota 331 metros, unos 1.5 metros por debajo de la cota de coronación” y apuntó que con el huracán David el nivel en el embalse se situó cercano a la cota 331 por lo que ahora no había la necesidad de producir el desagüe de la presa en la forma brusca que se hizo.

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