Vice Presidente del PRD
Nuevamente observamos la posición de dominio de la Presidencia de la República sobre otras instituciones del Estado. La exigencia de la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu) de dar cumplimiento a la Ley 166-03, la cual establece la distribución del 10% de los ingresos fiscales entre los municipios, refleja la debilidad institucional que impera en el país, la opacidad en la manera de manejar los recursos gubernamentales, especialmente, a la hora de la rendición de cuentas.
Sólo con un cambio estructural podremos reconstruir el aparato administrativo de la República Dominicana y garantizar el fortalecimiento institucional sobre la base del equilibrio entre los poderes y lograr que los organismos cumplan con la función encomendada con el consecuente manejo pulcro de la cosa pública. Esa transformación necesaria se logrará con la contribución de todos los dominicanos y dominicanas. La institución democrática y participativa es la Asamblea Constituyente. Miguel Vargas Maldonado promoverá el Poder Constituyente del pueblo. De todos nosotros depende el éxito de la propuesta.
El gobierno anuncia con beneplácito que aumentará la asignación presupuestaria a los ayuntamientos de un 6.2% de los ingresos fiscales a un 8%. Presenta la botella medio llena. Cuando la realidad es que está violando la Ley 166-03 al no cumplir con las normas que dicho instrumento legal establece. Nosotros vemos la botella medio vacía.
El Poder Municipal, como lo identificó Juan Pablo Duarte en su proyecto constitucional, es el eje central de la descentralización y la vía expedita para incorporar al pueblo al pleno ejercicio de la democracia participativa. Cierto es que la organización actual de los ayuntamientos, sus competencias y mecanismos de autonomía, deben ser reformados para garantizarle al colectivo un municipio que satisfaga las expectativas ciudadanas. Pero ello será tema a tratar por la sociedad en el proceso constituyente que convocará Miguel Vargas Maldonado desde la Presidencia de la República.
La nueva constitución debe reflejar lo que nuestros padres de la patria dejaron como legado de libertad y democracia. El ideario de Juan Pablo Duarte establecía el equilibrio entre los cuatro poderes, instituyendo el Poder Municipal. Tenía claro que el órgano público más cercano al pueblo es el ayuntamiento.
Que desde allí se fortalece la democracia y se consolida la educación política de la comunidad. Ese ideal, que luego fue recogido por José Francisco Peña Gómez y por muchos dirigentes del PRD, debe plasmarse en la nueva constitución incorporando principios de transparencia, rendición de cuentas y eficiencia, para que la ciudadanía pueda participar en la construcción y mantenimiento de una mejor calidad de vida. Es el fondo de la exigencia de la Fedomu. Es el planteamiento que ha recogido Miguel Vargas Maldonado y es el hecho positivo que hemos de plasmar en la Carta Magna que la Constituyente habrá de sancionar con la participación de todo el pueblo.
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