Abusos de Leonel

La imagen de Leonel Fernández indica que perdió la oportunidad histórica tras la desaparición de los tres líderes de los últimos cuarenta años. Mientras la sociedad busca consolidar sus instituciones, Leonel las debilita comprando dirigentes de oposición

Por Ramón Alburquerque / El Caribe

La capacidad discursiva de Leonel le granjea audiencias, logrando establecerse en importantes escenarios. Hasta hace poco, fue un político bien valorado, sin embargo, rompió con la mansedumbre para ser ariete de fuego.

Abusa constantemente de sus poderes, violando a la Constitución y las leyes. Abandonó la humildad intelectual autodesignándose único conceptualizador dominicano. Ya no bala, solo ruge.

Reelección, o que entre el mar, la derrota de Danilo sembró la discordia en el PLD, su unidad es irreal, la crisis espera su turno pacientemente.

El arquitecto partidario demandó su espacio y fue aplastado, la noche de las primarias declaró: “Fui vencido por los recursos del Estado”, no obstante, en su astucia Danilo espera callado su momento, mientras tanto, Leonel impone su reelección sobre la ética boschista.

Todo indica que el dinero de la Sun Land se aplicó en liquidar su rival y para comprar la oposición.

Leonel gasta más en publicidad que todo el sector privado, en criminal derroche de dineros públicos, así compra en la prensa opiniones y conciencias. Los cargos públicos los usa para ganar adeptos. Otorga contratos a cambio de apoyo electoral.

El fino político de antes, es hiena herida tras la reelección; el agudo analista luce trastornado en sus discursos. No usa sus encantos para convencer, sino el dinero para comprar.

Ante el reclamo popular por las duras condiciones de vida, altera los datos de la economía, y piensa, que el Metro es todo. La mayoría pensó que sería maestro del ejemplo, pero deriva en cualquier otro déspota ilustrado.

Sobresalen los abusos de Leonel contra la sociedad y el Estado, ninguna otra democracia emergente presenta semejante rosario de agravios cívicos, financieros, penales e institucionales. Tal vez sea útil esta limitada relación de violaciones.

En 1996 incrementó su salario en 800%, a sus funcionarios 700%, y a los servidores medios y bajos solo 30 y 80%.

Ahora paga millones a la cúpula oficial, mientras niega aumentos a guardias, policías, maestros, médicos, enfermeras, y demás, que pasan hambre. El trabajador gana según la avaricia del empleador. Pura inequidad.

Quién sabrá por qué Balaguer se disgustó tan rápido, lo cierto es que en julio del 1996, le hizo saber a Peña Gómez, su disposición de hacer una reforma constitucional para limitar drásticamente los poderes de Leonel, obviamente, Peña Gómez no se interesó.

En 1997 inició el programa PEME, pagando a delincuentes y criminales de barrios populares por colaborar con el gobierno en violación a las leyes. Luego argumentó: “Preferí pagar a matar”.

A partir del 1996, Leonel entrega ayudas masivas a los peledeístas, en forma excluyente, hasta que la ciudadanía les llamó comesolos. Luego, en 1998, Balaguer les aplicó este mote despectivo. Pero aun continúa con esta práctica clientelista.

Hizo designar una Cámara de Cuentas en agosto del 1998 violando principios constitucionales y éticos, sumiendo dicha entidad en el mayor descrédito.

En 1998, hizo conformar el bufete de la Cámara de Diputados al margen de las mayorías partidarias, reclamando en la prensa su derecho a negociar con legisladores para conformar mayorías artificiales, “aunque esto no sea lo más ortodoxo”. Maltrató tanto a Balaguer, su mecenas, que rompió el pacto del 1996.

El zorro reformista decidió acudir solo a las elecciones del 1998, a sabiendas de que su partido sería fuertemente derrotado, y que tal decisión, favorecía claramente al PRD.

El 25 de enero del l999 rodeó el Congreso Nacional militarmente, y al día siguiente, asaltó la Liga Municipal Dominicana, despojando al PRD de su dirección, como le correspondía.

A su retorno, en el 2004, nombró secretarios de Estado a dirigentes acusados de malversación y dolo, y luego, ordenó desistir de la querella, obstruyendo la acción de la justicia. Meses después, autorizó a Bienes Nacionales a otorgar un contrato de cobro de deudas, con un 30% de margen de intermediación, que luego revocó por las protestas del país.

La construcción del Metro se hizo sin estudios, sin diseños, ni presupuesto, ni concursos, negándose a informar sobre los mismos. Se invirtieron 40 mil millones de pesos sin aclarar denuncias de sobreprecios hasta del 200%. Con el Metro afectó el desempeño de la educación, la salud y la seguridad social.

Otro déspota ilustrado

El presidente Leonel aspira a reelegirse pero no presenta los 130 MM de dólares del préstamo con la Sun Land. Ni termina de anular el préstamo de 133 MM de dólares para equipar la Policía Nacional. Ni hace anular el contrato para la isla artificial, que arrabalizaría la primada de América.

Tampoco se inmutó en 1998, ante el desastre de la Mesopotamia en San Juan, ni ahora con el desagüe de Tavera, mucho menos, suspende las nominillas, ni para de comprar conciencias ciudadanas, ni de corromper la democracia.

En fin, Leonel será otro déspota ilustrado del Caribe.