asugerido por Modesto Reynoso
Subsecretario de Relaciones Internacionales del PRD
Hipólito y la estrategia del PRD
Miguel Vargas cometió un error al excluir a Hipólito Mejía de su campaña electoral. Con él desde el principio otra sería la historia.
Fausto Rosario Adames/Clave Digital.
Hipólito Mejía decidió salir al ruedo electoral luego de mucho tiempo con bajo perfil.
El ex-presidente de la República, el peerredeísta que probablemente cuenta con más simpatía y adhesión en ese partido, asumió la responsabilidad de la campaña electoral en la provincia de San Cristóbal, donde vive desde que salió de la presidencia en agosto del 2004.
Hipólito visitó e hizo campaña a favor de Miguel Vargas Maldonado en las comunidades de San José del Puerto, en La Cuchilla y Medina, de Villa Altagracia. Demostró allí que es una persona que sabe hacer política como le gusta al dominicano, con picardía, diciendo las cosas que hay que decir para que la gente se mueva y sienta que está en una fiesta democrática.
Los periodistas, ya aburridos por la poca gracia de los candidatos, o por su exceso de prudencia discursiva, necesitaban de la presencia de un personaje como el ex-presidente, que asistió acompañado, como en sus tiempos en la presidencia, del general Carlos Luciano Díaz Morfa y del ahora abogado Pedro Julio Goico Guerrero.
Pese al criterio casi generalizado de que la presencia de Hipólito en la campaña del PRD le habría hecho daño a las aspiraciones de Miguel Vargas Maldonado, creo que el momento en que ha tomado parte de la contienda llega con excesivo retraso. Dicen, sin ninguna confirmación, que los asesores del candidato peerredeísta habrían pedido al ex presidente mantener un perfil bajo en la contienda electoral.
Miguel Vargas tiene más de un año en campaña política y no ha logrado quitarse de encima las imputaciones de pepehachista, y el ex-presidente ha sido reiteradamente mencionado y atacado por los peeledeístas.
Es tarde ya para que Hipólito pueda contribuir a la campaña electoral del candidato de su partido. El tiempo para diluir los ataques del PLD sobre los errores del pasado gobierno, pasó. Mejía es un símbolo del PRD y su contribución a la campaña quedará corta por su largo silencio estratégico.
Mejía es una de las pocas personas que mueven a casi todo el PRD: Si él estaba en su casa, descansando, la señal para muchos de sus seguidores era obvia: mientras él no salga su equipo más cercano tampoco lo hará, y eso transmitió la impresión de un candidato peerredeísta que no contaba con todo su partido.
La mejor demostración de lo importante que es Hipólito Mejía en el PRD es la marcha del pasado domingo, en la que militantes blancos llenaron las calles de la ciudad, recordando los tiempos en que igualmente lo hacían para promover a José Francisco Peña Gómez.
Pero todo el mundo sabe que las elecciones no se ganan solamente con militantes o miembros de los partidos. Hay que conquistar a una masa enorme que fluctúa entre las más atractivas propuestas en cada proceso electoral. Si Miguel Vargas ganara las elecciones de mayo lo haría por méritos propios, porque su campaña ha sido sustentada en su persona y no en los méritos de su partido. Además, ese triunfo dejaría a un lado al ex-presidente Mejía, como principal líder del PRD.
Si el escenario fuese diferente, y Vargas perdiera las elecciones, sería igualmente su propia responsabilidad y no la de Hipólito Mejía, a quien se le pidió tener un perfil bajo, que no compitiera con el candidato blanco.
Hipólito Mejía tiene un carisma poco común entre los políticos dominicanos, y por encima de los que hoy contienden en las elecciones: es simpático, habla el mismo lenguaje de la gente, trabaja sin descanso, y para los medios de comunicación es una mina de oro, pues tiene la virtud de aportar títulos que con los demás no se consiguen.
Si Miguel Vargas hubiese admitido desde el primer momento de su candidatura que contaba con el apoyo de Hipólito Mejía, con todas sus consecuencias, y admitido al ex presidente como uno de sus promotores, otra sería la historia de sus simpatías y anexiones al día de hoy.
En el PRD hay personas con experiencia para conseguir mucho más de lo alcanzado por Vargas.
Vargas trató de evitar los ataques relacionados con la gestión pasada, y no lo consiguió, pero tampoco tuvo a Hipólito Mejía.
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