domingo, 25 de noviembre de 2007

Discurso de Miguel en homenaje a la Mujer Dominicana

Del escritorio de

Eulalio Almonte-Rubiera

Dirección de Comunicaciones MVP



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Discurso pronunciado por el ingeniero Miguel Vargas, Candidato Presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en el homenaje rendido hoy a la mujer dominicana, en acto celebrado en el Estadio Tetelo Vargas, de Santo Domingo.

Queridas compañeras:

Es muy grato para mi, poder compartir hoy en este día especial de la no violencia contra la mujer, con tantas mujeres dominicanas, con tantas mujeres perredeistas, madres, hijas, hermanas, esposas, profesionales, amas de casa, en fin, todas trabajando por una misma causa, el triunfo de mi candidatura presidencial, el triunfo del Partido Revolucionario Dominicano, el triunfo de todas ustedes, el triunfo del pueblo dominicano.

Hoy, hace 46 años, en nuestra tierra, se produjo el brutal asesinato de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. En reconocimiento a nuestras heroínas, las Naciones Unidas seleccionaron el 25 de noviembre como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Lamentablemente, la violencia y la discriminación contra la mujer dominicana aun continúan.

27 de cada 100 mujeres dominicanas sufren de abuso físico, sexual, emocional, a manos de sus maridos u otras parejas en uniones estables; La violencia doméstica es la cuarta causa principal de mortalidad femenina en nuestro país; los resultados de los primeros 9 meses del 2007, permiten proyectar que este año 171 mujeres morirán por violencia intrafamiliar; en otras palabras, una mujer dominicana pierde la vida a causa de la violencia intrafamiliar cada 48 horas.

La mujer dominicana es discriminada también en el ámbito del mercado laboral.

La probabilidad de no tener un empleo en República Dominicana es más elevada en el caso de las mujeres que de los hombres; mientras la tasa de desempleo entre los hombres es del 15% en el caso de las mujeres es 22%.

En el caso de las mujeres jóvenes la situación del desempleo es más dramática, alcanzando al 50% de las mujeres, superior al 31% en el caso de los hombres jóvenes;

Por el mismo trabajo realizado, las mujeres devengan un salario equivalente al 76% del salario devengado por el hombre.

La intensidad de la discriminación contra la mujer dominicana se hace más patética si se tiene en cuenta el gran esfuerzo que las mujeres dominicanas han realizado para equipararse y hasta superar en formación académica a los hombres.

Estas violaciones a sus derechos que enfrenta la mujer dominicana, su mayor interés por la educación, su creciente incursión en el mercado laboral y los retos que impone el tener que asumir, en un número cada vez más elevado, la jefatura de los hogares, conjuntamente con la incapacidad de la clase gobernante del país de ejecutar políticas públicas capaces de resolver los principales problemas nacionales, explica en gran parte el por qué la mujer dominicana ha ido reclamando y ganando un mayor espacio en la política.

La violencia y la discriminación en contra de la mujer dominicana, son inaceptables. Ofenden nuestras creencias y principios cristianos. Ofenden nuestro sentido de justicia y equidad. Y sobre todo, ofenden y atentan contra el sentido común.

Es por eso que en la República Dominicana, las mujeres y el Partido Revolucionario Dominicano deben seguir trabajando para erradicar esta epidemia que limita las posibilidades de desarrollo integral de nuestro pueblo.

Frente a ustedes, compañeras del Partido Revolucionario Dominicano, me comprometo hoy a hacer todo lo que esté a mi alcance, a partir del 2008, para encauzar todas las reformas y leyes que sean necesarias, para lograr la anhelada igualdad de oportunidades y de trato, y penalizar ejemplarmente cualquier acto de violencia y discriminación que afecte a la mujer dominicana.

El primero de los compromisos que hoy deseo hacer público frente a ustedes, es del apoyar desde la presidencia, todas las acciones que sean necesarias para fortalecer la normativa preventiva, tanto a través de medidas penales como civiles, para erradicar la epidemia de la violencia contra la mujer.

Me comprometo también a invertir los recursos que sean necesarios para dotar a cada municipio del país de las Unidades de Atención y Prevención de la Violencia, así como de las Fiscalías Barriales receptoras de las denuncias de abuso, y las Asesorías Legales Barriales para contribuir a la solución de conflictos provocados por la violencia contra la mujer.

El tercer compromiso que asumo, es el cumplimiento estricto de lo que establece la Ley del Sistema Dominicano de Seguridad Social en su régimen subsidiado. Estableceremos, tal y como establece la Ley, la pensión solidaria que beneficiará a las madres solteras desempleadas con hijos menores de edad que carecen de recursos suficientes para satisfacer sus necesidades esenciales y garantizar la educación de los mismos. Las pensiones solidarias tendrán un monto equivalente al sesenta por ciento (60%) del salario mínimo público.

También me comprometo a trabajar con todos los ayuntamientos del país, sin importar a qué partido político responden, para que, a partir del 16 de agosto del 2008 procedan a crear estancias infantiles municipales, con lo cual facilitaremos la incursión en el mercado laboral a las mujeres, especialmente, las madres solteras jefas de hogar.

No podemos seguir negando la igualdad de derechos y oportunidades a la mujer. No es posible que un país progrese mientras prevalecen patrones culturales, reglas implícitas y prácticas de mercado que marginan y discriminan a la mitad de la población, permitiendo que la otra parte opere de la misma forma que lo hacen los tiranos: con violencia, con discriminación.

Estoy determinado a cambiar, desde la Presidencia de la República, el futuro de la mujer dominicana, lo haremos con el apoyo de todas las organizaciones que durante décadas han luchado por la igualdad de trato para la mujer. No podemos permanecer neutrales frente al drama que enfrenta la mujer dominicana.

Por eso debemos unirnos todos en esta enorme tarea: crear las condiciones para que las mujeres puedan exhibir su gigantesco potencial para contribuir en el avance de la prosperidad y el desarrollo de la nación dominicana.

Estoy plenamente consciente que la tarea es titánica. Pero si todos y todas, los hombres y mujeres de buena voluntad, apoyándonos en el sacrifico de las hermanas Mirabal y en la voluntad de Dios, aunamos esfuerzos y voluntades, estoy seguro que triunfaremos.

Y mi quinto compromiso, también va dirigido a ti, mujer dominicana, especialmente a mis compañeras perredeistas.

Fuimos el primer partido que con la iniciativa del doctor José Francisco Peña Gómez creamos la primera Federación de Mujeres en la Republica Dominicana, también fuimos el primer partido que estableció la cuota de participación de la mujer en la actividad política.

Y porque estoy convencido de que la mujer está destinada a sostener el corazón del mundo con sus manos, seré, a partir del próximo 16 de agosto el primer presidente de la república en establecer la igualdad de participación de la mujer en el gobierno.

Muchas Gracias.


Publicado Por La Dirección de Comunicaciones MVP


Santo Domingo, D. N.
25 de Noviembre de 2007

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