Servicios Google/Listín Diario, Matutino Dominicano
Jaime Aristy Escuder -
La reelección de Leonel Fernández representa un grave peligro para el pueblo dominicano. Ese evento sería más grave que la tormenta Noel, que el manejo criminal de la presa de Tavera, que la epidemia del dengue o que la posible propagación de la gripe aviar.
La continuación del presidente Fernández en el Poder Ejecutivo significaría la violación reiterada de la Constitución y las leyes nacionales. El endeudamiento público bajo el contrato SunLand por la suma de 130 millones de dólares, sin la aprobación del Congreso Nacional, es una muestra del desprecio del candidato reeleccionista por el marco jurídico dominicano. Asimismo, la compra de los vagones del Metro de Santo Domingo, sin la realización de un verdadero concurso público, significó un sobreprecio de 2,100 millones de pesos, al pagarse por cada vagón 1.65 millones de euros, mientras que en China se pagaron 853 mil euros por cada vagón de calidad superior.
La familia dominicana no puede soportar más el deterioro de la calidad de los servicios de educación, salud y agua. A pesar de haber percibido ingresos gubernamentales por casi 700 mil millones de pesos, las escuelas públicas continúan en el último lugar entre 115 países evaluados; los hospitales públicos continúan registrando la muerte de niños por falta de oxígeno; y los barrios populares continúan retratando la triste escena de ancianos y niños cargando agua en galones y cubetas.
Las decisiones económicas del candidato reeleccionista han provocado un desempleo intolerable. En los últimos tres años más de doscientos mil dominicanos perdieron su puesto de trabajo y se han tenido que dedicar a diversos tipos de actividades informales, legales e ilegales, para ganarse la vida. El presidente Fernández dijo al inicio de su mandato que el modelo de zonas francas y turismo estaba agotado y por eso ha hecho todo lo posible para destruirlo.
La clase media perdió bajo esta administración el principal servicio que recibía del Estado: la seguridad ciudadana. El precio de la vida humana se ha degradado a niveles inimaginables. Numerosos dominicanos y dominicanas han perdido la vida en un asalto por algo tan insignificante como un celular.
El gobierno del candidato reeleccionista promueve el desplazamiento de la producción nacional por los bienes importados. El aumento desproporcionado de las importaciones no petroleras y el colapso de la capacidad exportadora nacional provocaron en el año 2007 un déficit de casi 2 mil millones de dólares en la cuenta corriente de la balanza de pagos, lo cual contrasta con el superávit de 1,047 millones de dólares registrado en el año 2004. Miles de unidades productivas localizadas en la agropecuaria, la industria y el sector servicios han quebrado bajo la mirada indiferente de Leonel Fernández.
En esta administración de Fernández los precios de todos los productos de primera necesidad se han incrementado de manera significativa. La voracidad tributaria, expresada en tres reformas impositivas, elevó considerablemente el costo del transporte, el de la electricidad y el de otros insumos fundamentales, disminuyendo sustancialmente el poder de compra de la población. En consecuencia, la pobreza arropa a segmentos de población que antes eran miembros de la clase media.
El masivo endeudamiento público promovido por Leonel Fernández ha estado hipotecando el futuro de nuestros hijos. En sólo tres años la deuda pública se ha incrementado en más de 6,000 millones de dólares, superando en un 60% al nivel registrado en agosto de 2004. Nunca antes un gobierno se había endeudado tanto en tan poco tiempo y nunca antes se había despilfarrado tanto dinero en propaganda, sueldos lujosos para los funcionarios reeleccionistas, viajes y viáticos y gastos corrientes superfluos.
La peligrosidad de la reelección de Leonel Fernández se agrava por el colapso de la confianza de los agentes económicos nacionales y extranjeros. El banco de inversión Bear Stearns elaboró recientemente un informe en el cual redujo la calificación sobre el desempeño esperado de la deuda soberana al identificar nuevos y preocupantes riesgos económicos. La negativa de los principales funcionarios del gobierno de Leonel Fernández a renovar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el escándalo del contrato con la SunLand, el aumento del déficit financiero del sector eléctrico y el incremento del costo de la factura de petróleo, entre otros, están creando un escenario de mucha incertidumbre, que se amplifica por el desbordamiento del gasto de un gobierno que busca la reelección por encima de todo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario