Annie Báez
Secretaria Geneal, PRD, España
En artículo publicado por el Nuevo Diario en fecha 13 de enero de 2008, el periodista Disraeli Guillén, cercano colaborador del Presidente Leonel Fernández, salió en defensa de su candidato reeleccionista tratando de distorsionar, como parece ser una constante en la artillería mediática peledeísta, una realidad incontestable que apenas dos días después de su artículo le deja en la evidencia de su incauta ausencia de razón.
"La JCE sigue trabajando, sus ejecutivos pronostican un procedimiento comicial exitoso y, cuando tocan el tema de que les falta dinero, están absolutamente confiados de que el gobierno solucionará la situación", afirmaba el señor Guillén en su artículo, con la certeza de quien se postula portador de una verdad irrefutable.
Apenas dos días después, en 15 de enero, ese mismo medio de comunicación publicaba la siguiente noticia: "La Junta Central Electoral (JCE) de la República Dominicana, decidió mediante la resolución VDE 00052-008 suspender todos los servicios correspondientes a la emisión de actas de registro civil (nacimientos) y expedición de cédula de identidad y electoral a los dominicanos en el exterior, argumentando que la medida, es consecuencia del recorte presupuestario hecho al organismo por el gobierno central".
Resulta por tanto evidente, que la denuncia que realizara quien suscribe en artículo de opinión de fecha 10 de enero del año en curso, y que motivo la poco ponderada respuesta del señor Guillén, reflejaba efectivamente la realidad de una "perversa" maniobra orquestada por el Gobierno para disminuir la capacidad logística y operacional de la Junta Central Electoral.
La pregunta de su artículo señor Guillén no debió haber sido "cuáles razones tendría el presidente Leonel Fernández, que justifiquen su oposición al ejercicio del derecho al voto de los dominicanos residentes en el exterior?". La pregunta sensata en este caso debería ser: qué oscuras intenciones puede tener el jefe de un gobierno para recortar el presupuesto del organismo llamado a garantizar un proceso electoral transparente, justamente en el año en que se realiza dicho proceso?. Alíviese un poco de su miopía política y respóndase a sí mismo esta pregunta desde el más interno fuero de su libérrima conciencia, no de la cautiva.
Las declaraciones que expresé en mi referido artículo, señor Guillén, no son el resultado de una imaginación fértil y desaforada de quien "su estadía fuera de la Patria" le haya distanciado de la realidad dominicana, sino de quien ejerce el simple y ciudadano deber de estar informado leyendo el acontecer nacional a través de medios de comunicación que como éste, prestan un inmensurable aporte a nuestras comunidades en el exterior por razones logísticas obvias.
Mis señalamientos, señor Guillén, fueron basados en las declaraciones del Juez Presidente de la Cámara Administrativa de la Junta Central Electoral, Dr. Roberto Rosario, expresadas durante rueda de prensa convocada el 27 de diciembre de 2007 y reseñadas por prácticamente todos los medios de comunicación dominicanos, en las que el Magistrado llamaba la atención en torno a la posibilidad de que, entre otras cosas, el voto de los dominicanos en el exterior pudiera verse afectado por efecto de los recortes presupuestarios que el Gobierno dispuso al momento de distribuir los recursos públicos que quienes como yo, aún estando "fuera de la Patria", contribuimos a generar a través de los excesivos impuestos cobrados por la administración peledeísta.
Por otro lado señor Guillén, la afirmación que usted hace en su artículo en el sentido de que "el Presidente Fernández ha creado y establecido la forma institucional en el marco de la ley, para que los dominicanos residentes en el exterior estén integrados a la Patria que les vio nacer", no constituye más que otra muestra del maquillaje político que siempre adornó las obras y gobiernos peledeístas, afeite éste que la sabiduría popular, en un adagio muy nuestro, resume de forma insuperable: "mucha espuma y poco chocolate".
A mí, que soy dominicana y residente en el exterior, no me consta señor Guillén que ninguna de esas teorías se haya efectivamente concretizado. O acaso las mismas se encuentran a la exclusiva disposición de los militantes del partido oficial que residen en el extranjero?. Si este es el caso, mi estimado señor Guillén, lamento informarle que es justamente esta una de las razones por las cuáles el hoy partido oficialista no consigue reelegirse: su obtuso, sordo y obnubilado sectarismo.
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