martes, 25 de marzo de 2008

Fraudes electorales que no se ven

DiariodigitalRD/Servicios Google

Por Raimundo Tirado
El autor es historiador

El PLD esta preparando todo el ambiente para que la población crea que su candidato presidencial se va en primera vuelta. Sus dirigentes y funcionarios hablan con gran altisonancia y arrogancia de que se quedan en el poder como quiera, como si estuvieran jugando solos en la cancha.

Su discurso contrasta grandemente con lo que pasa en la calle, en los barrios marginados, y más en los pueblos del interior, donde diferentes sondeos han determinado que las mayores simpatías las concita el candidato del PRD, Ing. Miguel Vargas Maldonado.

Las últimas elecciones del Colegio Dominicano de Abogados y de la Rectoría de la UASD, no obstante que las encuestas del PLD le daban ganancia de causa a sus dirigentes, las han ganado de manera convincente los candidatos del PRD.

Pero los peledeístas siguen diciendo que están arriba por mucho, algo que no se compadece con la realidad. Entonces, que está pasando y que se traen entre manos? Para contestar estas preguntas será necesario darle estricto seguimiento a los aprestos del PLD y de los funcionarios oficiales con miras a las elecciones del próximo 16 de mayo.

Por de pronto, la prensa ha publicado que el PLD ha concertado acuerdo con una compañía telefónica para utilizar mas de 20 mil celulares durante la campaña electoral y mas específicamente, el 16 de mayo, día de las elecciones nacionales, dizque para tener mejor control del proceso comicial.

Sin embargo, esta decisión del PLD mueve a suspicacia. Para qué una cantidad tan extravagante de celulares, aparte de los que ya poseen los funcionarios oficiales, dirigentes y militantes del PLD? Se comenta que estos aparatos serán entregados a miles de votantes a los que se le comprará el voto, y para tener la seguridad de que la persona marcó dentro de la caseta uno de los recuadros del candidato oficial, se le entregará un celular para que tome una fotografía del voto marcado. Así, cuando el votante enseñe la fotografía confirmando el voto, le completarán el pago acordado.

Aunque los funcionarios de la JCE que están montando la estructura para las elecciones del 16 de mayo reiteran que no se permitirá el acceso de votantes con celulares a la caseta de votación, creemos que será necesario y urgente que la Junta Central Electoral apruebe una resolución para prohibir el uso de celulares al momento de ejercer el voto, y darle cumplimiento estricto a esta disposición.

Además, como ahora un celular, dado su escaso tamaño, puede pasar desapercibido, escondido en algún lugar de la vestimenta, habrá que estudiar un método adecuado para que nadie burle la prohibición.

Otro expediente al que están acudiendo los peledeístas es la compra de cédulas. De hecho, esta práctica la han comenzado temprano, porque ya hemos recibido denuncias de ciudadanos sobre este particular desde varios puntos de la geografía nacional. Y tanto este tipo de fraude, como el anterior, no dejan huellas.

Y nadie puede descartar que sea utilizado nuevamente el fraude de la llamada cadena, que muchos afirman que fue puesto en práctica en las últimas elecciones nacionales, año 2004. Este fraude, tampoco deja huellas.

De esta manera, se pueden invitar a cientos de observadores nacionales e internacionales para que supervisen el proceso de votación y nadie podrá alegar que las elecciones no fueron limpias. Porque los fraudes no van a aparecer a la vista de los observadores, pero pueden provocar la ganancia de un candidato, sin contar con la mayoría del electorado.

Es por eso, que los partidos y candidatos de la oposición tienen que pararse en dos patas para desmontar cualquier intento de burlar la voluntad popular, y de paso, le roben las elecciones a uno de sus representantes.

Esa actitud triunfalista de los funcionarios y dirigentes del PLD mueve a mucha suspicacia. Así que a tener los ojos bien abiertos, y a mantener una vigilancia permanente sobre todos los pasos de los oficialistas, denunciando de manera oportuna cualquier intento o apresto de fraude, para salvar las elecciones, y se logre que gane el candidato que realmente cuente con el voto de las mayorías nacionales.

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