lunes, 3 de marzo de 2008

SUBSIDIOS, ESPEJISMOS O ENGAÑOS DE CAMPAÑA

Reportado por Eulalio Almonte-Rubiera
De la oficina de prensa campaña MVP

Por Félix Santana García

Los subsidios otorgados por un gobierno a favor de un sector de la economía de un país son aplicados para estimular artificialmente el consumo o la producción de un bien o servicio. Son mecanismos contrarios a los impuestos.

La aplicación de subsidios específicos al consumo o a la producción de un producto cualquiera, tiene su origen en la intención de los Estados de alcanzar metas sociales, o bien favorecer, por distintas consideraciones, a determinadas personas, actividades o zonas de un país.

Para los economistas liberales los subsidios son mecanismos artificiales para modificar la asignación de recursos de la economía, a los que se consideran perjudiciales para el normal desarrollo de la misma, ya que son de criterio que la asignación de recursos debe ser efectuada por el mercado.

Un concepto muy socorrido sobre estas ayudas ofrecidas por los Estados es el que expresa que los subsidios son más que la diferencia entre el precio real de un bien o servicio y el precio real cobrado al consumidor de dicho bien o servicio.

Hay subsidios destinados a la oferta, es decir, aquellos que son otorgados a los productores de bienes y servicios. Asimismo hay subsidios dirigidos a la demanda, aquellos que reducen lo que paga el usuario, por debajo del costo del bien o servicio.

Estos últimos pueden ser: a) Subsidios directos, aquellos que el gobierno paga directamente una parte del servicio a algunos consumidores, apareciendo en la factura como una rebaja al precio normal, señalando quien lo paga y cual es la base del calculo y b) Subsidios cruzados, entre diferentes usuarios. En este caso la Empresa calcula su tarifa general que cubre los costos totales pero no cobra el mismo monto a todos los clientes.

Cuando se otorga el subsidio cruzado algunos clientes pagan más que el costo real, para permitir que otros paguen menos. No hay necesidad de que el Gobierno ponga nada del costo de este subsidio, ya que el ingreso total de la empresa se mantiene igual.

En este caso el sector en su totalidad no esta siendo subsidiado; sino, algunos usuarios, quienes se supone que son los menos necesitados, es decir, unos subsidian a otros que se suponen son los mas necesitados.

Ahora bien, después de esta breve ilustración acerca de los subsidios podríamos preguntarnos ¿Los desembolsos que realiza el actual gobierno a favor de un sector o persona en el marco del fragor de una campaña electoral se pueden llamar subsidios?

¿Cumple el gobierno con la rigurosidad que implica el otorgar un subsidio para que el mismo surta los efectos esperados? ¿Se planifican los subsidios? ¿Se le da el debido seguimiento a la ejecución de los subsidios?

¿Se controlan los subsidios? ¿Se evalúan los subsidios? ¿Se obtiene alguna retroalimentación mediante la presentación de algún informe de desempeño de los subsidios?

A decir verdad todas estas interrogantes seguro que quedarían sin las correspondientes respuestas. Entonces nos preguntamos, ¿Por qué? Simplemente por que los subsidios gubernamentales otorgados de manera apresurada y graciosa en estos meses antes de la contienda electoral a celebrarse el 16 de mayo del año en curso, solo persiguen atraer personas que se comprometan a apoyar la reelección del Dr. Leonel Fernández Reyna.

Por eso leemos, oímos y vemos que el señor Fernández se empeña desesperadamente en otorgar “subsidios”, a los estudiantes, al pan, a empleados despedidos de las empresas de zona franca, productores de leche, entrega de funditas de alimentos, pago de celulares, dietas y refrigerios a simpatizantes del partido de gobierno, a jóvenes de AMET y otros tantos, sin ningún escrúpulo.

Si partimos de lo expresado en los primeros párrafos de este articulo en cuanto a ¿Qué es realmente un subsidio? Advertimos con pena que estamos en presencia de una dilapidación de fondos del erario público sin ningún criterio, solo para complacer el capricho de un gobernante que se empecina en seguir en el poder cueste lo que cueste, sin medir las consecuencias, cuando es harto demostrado que la reelección no es funcional en la República Dominicana

(El autor es CPA, Adm. de Empresas y Profesor Universitario)

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