LEONEL, éxitos y fracasos

Los éxitos de Leonel. La maquinaria propagandística le presenta como hijo del éxito, elevando sus discursos a la categoría de ensayos. Por haber logrado la "estabilidad cambiaria" le comparan con Greenspan, aunque su patrimonio intelectual no esté avalado por reconocidos centros de altos estudios. En adición, en sus últimas apariciones luce afectado de megalomanía, perdió la humildad que tan naturalmente fingía.

...

La Biblia dice: "Muestre por la buena conducta sus obras en sabia manse-dumbre".

Por Ramón Alburquerque / El Caribe

El gran pensador alemán Engels afirma en sus obras que la suerte es una categoría de la historia. Sin embargo, por grande que sea la cuota de la suerte, como todo, termina agotada.

No caben dudas, Leonel tiene el don de la palabra, pero en ocasiones la usa en sentido equivocado, sobre todo, cuando induce a percepciones del lado opuesto a la realidad.

Es preocupante la conducta de Leonel ante la crisis mundial de energía, cuando en discurso solemne anunció programas de ahorros sin sacrificar a nadie, como se sabe, el Gobierno transita en el derroche, prefiere contraer cada año deudas por miles de millones de dólares con Hugo Chávez, antes de meter en cintura a su partido y gobierno.

La gente descubre que se le embarga el futuro.

Sin embargo, con su verbo Leonel intenta tapar el sol con un dedo, porque equivocado ignora, que los pueblos demandan racionalidad en el gasto, las crisis son procesos apropiados para la rendición de cuentas, y Leonel, tiene un balance en rojo.

Leonel es dichoso en lo personal, aunque sus administraciones traen más desventajas que adelantos.

Su habilidad radica en colocar obras en lugares centrales, aunque con poco efecto sobre la producción de riquezas reales, en cuyas decisiones olvida los sectores básicos.

Con su verbo impuso tres reformas fiscales asegurándose, en tres años, sobre 500 mil millones de pesos, en comparación con la administración pasada, un gobierno rico, y un pueblo cada día más pobre.

Un aspecto oculto de Leonel es su magnetismo sobre desastres nacionales. En octubre del 1997 muchas plantaciones, viviendas y redes eléctricas en el Norte, fueron afectadas por grandes temporales.

Lluego, la rotura de pequeñas presas en el Noreste provocó pérdidas millonarias. Por otro lado, 100 mil tareas de bosques, ardieron en San José de las Matas.

El 4/2/98 olas de frío intenso atemorizaron al país; el 22 de septiembre apareció el huracán Georges con vientos sobre 200 Km/hora, provocando 223 muertos, y según la CEPAL, daños por más de mil millones de dólares.

El 23/5/04, recién reelecto Leonel, mueren 293 persona y otras 274 desaparecen en la avalancha del río Blanco en Jimaní. A días de su juramentación, el 12 de agosto, la tormenta Jeanne dañó acueductos, redes eléctricas, plantaciones y viviendas.

El 7/11/05, ocurrió la crecida de La Jaiba, en Villa Isabela, con seis muertos.

El 24/8/05 el municipio de Sánchez sufre grandes deslizamientos de suelos. El 13 de octubre, inundaciones del río Licey azotan a Tamboril, registrándose pérdidas de vidas y propiedades.

El 2007 fue terrible en desastres con la tormenta Noel barriendo el sur del país sin alertas oficiales. Luego vino Olga y el desagüe de la presa de Tavera, donde el Gobierno se graduó de negligente, con cientos de muertos y devastaciones en la producción.

Le había precedido un tornado en Dajabón y reciente otro en La Vega.

La terrible peste de los préstamos tipo Sun Land han agotado la resistencia inmunológica de Leonel.

No debe olvidarse la gripe aviar y su mal manejo, que hizo perder el mercado haitiano para los pollos y huevos.

Ahora llega la crisis del petróleo y de alimentos. Todo indica que la suerte de Leonel está agotada.

¿La doctrina de Leonel?

La doctrina de Leonel debe ser analizada con detenimiento, sus obras cumbres son la estabilidad cambiaria, las soluciones viales urbanas, y el Metro, de ellas, solo la primera tiene efectos nacionales, las demás son básicamente locales, desde luego, tiene otras realizaciones menores en numerosas comunidades del país.

En verdad, sus gobiernos han sido más negativos que positivos: desarticuló la industria estatal en lugar de rehabilitarla, en ocho años no resolvió la crisis eléctrica, subsidia las zonas francas cuando pudo salvarlas, importa alimentos cuando puede producirlos, no ha sabido fomentar el potencial de la metalmecánica, dona computadoras sin desarrollar la informática, habla de equidad sin creer en la seguridad social; apoya la gran empresa y abandona las micro, pequeñas y medianas; hace grandes construcciones mientras relega la vivienda social; reduce los fondos para la educación y la formación técnica media, cuando asume poses intelectuales; ha realizado la peor gestión ambiental.

En su primera gestión fomentó el desorden bancario.

A los funcionarios les paga altos salarios mientras congela los demás; compra la prensa matando la libertad; sus administraciones son las más corruptas, usa los fondos públicos para su reelección.

Balaguer, Peña y Leonel. El joven Leonel, poco conocido, alcanzó la Presidencia en 1996, con un partido diminuto, gracias al apoyo del caudillo Balaguer, convirtiéndose en el primer dominicano que recibe el poder como regalo.

Así se impidió que Peña Gómez fuera Presidente, el líder más sacrificado y popular de la nación.