El día blanco del PRD se expresó en todas las vías circundantes del polígono central de la Capital, donde los parciales del partido que lideró José Francisco Peña Gómez, se expresaron con entusiasmo.SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Al cerrar formalmente su campaña electoral, con una marcha-caravana en el Distrito Nacional, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, afirmó que será implacable con la corrupción gubernamental, que a su juicio es responsable de la mayoría de los males que afectan al país.
Advirtió a los corruptos que tengan claro que “de comprobarse que metieron la mano, a la cárcel irán y en la cárcel se quedarán”, debido a los daños que ocasiona ese flagelo a la sociedad.
Vargas Maldonado habló a los asistentes a una marcha-caravana de cierre de campaña de su proyecto presidencial, que partió desde la intersección formada por las avenidas Abraham Lincoln, Roberto Pastoriza y López de Vega.
Tras su alocución en un improvisado acto en el sector de La Lira, el candidato del PRD tomó las calles para encabezar el recorrido que se dirigió hacia el sur para terminar tres horas de después en el Malecón de Santo Domingo.
El día blanco del PRD se expresó en todas las vías circundantes del polígono central de la Capital, donde los parciales del partido que lideró José Francisco Peña Gómez, se expresaron con entusiasmo.
Las caracterizaciones y ridiculizaciones, principalmente del candidato a la reelección Leonel Fernández, matizaron parte del ambiente pintoresco y carnavalesco de la actividad, a la que los perredeístas acudieron a pies, en automóviles, minibuses, motocicletas y en otros medios de transporte.
La propaganda incluyó elementos que destacan los altos precios de la comida y productos como el gas propano, que de acuerdo a las inscripciones llevadas por los perredeístas, en el pasado gobierno se cotizaba a 25 pesos y cuesta 60 el galón.
En entusiasmo puso a muchos a bailar, incluyendo al candidato, que al recibir la información de que “la marcha-caravana se extendía varios kilómetros hacia a tras”, puso un semblante de alegría y también comenzó a marcar algunos pasos al ritmo del merengue que animaba el recorrido.
Wilkin Amador
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