Unidos en la traición. Lilís a Luperón. Leonel a Danilo. Se comprometieron a apoyar, uno la precandidatura presidencial de Luperón (Partido Azul) y el otro a Danilo (PLD). Ambos traicionaron el compromiso.
Lilís y Leonel impusieron sus candidaturas a lo interno del partido a base de usos de los fondos del gobierno. Ambos compraron sus candidaturas con “dádivas y miedo”.
Lilís dedicó todo sus esfuerzos en comprar y atraerse los dirigentes “rojos” por la muerte de su principal líder (Báez). Leonel hace lo propio con los “rojos” (PRSC) por la muerte de su jefe (Balaguer)
Lilís endeuda las finanzas públicas para construir un ferrocarril de sus sueños que se monta para inaugurarlo entre Santiago y Puerto Plata en contra de las reales necesidades de la época. Igual Leonel se monta a inaugurar sin estar terminado su “sueño”, provocando un deterioro incalculable a las finanzas públicas.
Lilís realiza empréstito público mafioso con Westendorp y Leonel hace un préstamo ilegal y fraudulento con la Sun Land.
Lilís y Leonel “utilizan los recursos del gobierno para prebendas y compras de voluntades y dirigentes de otros partidos”. Y decía Lilís, como ahora Leonel, “al final no seré yo quien pagará las deudas”.
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