INDICADORES POSITIVOS. En cambio, Chile, Argentina, Costa Rica, Brasil y Uruguay, marchan bien según estas cifras: edad media nacional de 30 años, crecimiento poblacional menor de 1.0%, una fertilidad aunque alta debajo de 2, per capita entre US$5,175 y US$7,500, con crecimiento económico de 4.9% a 8.5%, como es lógico despegan, y en 10 años duplicarán sus economías. Sus clases gobernantes tienen éxito...
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Las naciones avanzadas aumentan su riqueza, pero con crecimiento poblacional cero o negativo. Mientras, nuestra región produce poco, padece explosión demográfica, y en adición, niega la equidad social
Por Ramón Alburquerque / El Caribe/Servicios Google
El desarrollo precisa planificación y requiere que los pueblos establezcan sus prioridades nacionales, a fin de incorporarlas a las agendas nacionales, en torno a las cuales debe haber consensos explícitos o tácitos.
Rara vez, los gobernantes actúan con sinceridad frente al complejo tema del desarrollo, no preparan la nación para el desafío tecnológico, y más aún, ignoran el atraso digital, prefieren alimentar el clientelismo, el oportunismo y la demagogia.
Nuestros gobiernos pregonan estabilidad macroeconómica, de precios y cambiaria, sin hacer conciencia de la importancia del control demográfico ético, con respeto a los aspectos religiosos, al derecho a la vida, como se hace en las naciones exitosas del mundo.
El desarrollo económico socio-ecológico se alcanza como resultado de una cuidadosa planificación, donde los factores demográficos sean colocados a la par de las variables económicas, tecnológicas y sociales, como metas esenciales del proceso.
El avance científico-tecnológico beneficia el ser humano con la prolongación de la expectativa de vida, sin embargo, las condiciones de injusticia de nuestra región, y particularmente de nuestro país, torna este regalo en frustración, por los bajos salarios, el desempleo, el hacinamiento y la pobreza.
Cuando se incrementa la riqueza con explosión demográfica el crecimiento económico se diluye, peor aun, cuando hay concentración de la renta, y corrupción pública generalizada, se crea un estancamiento general, donde aumenta la desigualdad y la pobreza, mientras las grandes corporaciones se fortalecen, los políticos corruptos amasan fortunas, y medran las familias tradicionales con su genial presteza de servir al poder.
Gente sin experticia maneja el poder en el país, con viejos repartos de prebendas, en diaria prevaricación. Esquemas para hacer fortunas en el poder. Este sistema de cosas, explota las mayorías nacionales, negándoles el derecho a decidir su destino.
La nación tiene muy pocos centros de pensamiento donde la creatividad logre aunar consensos que penetren la conciencia nacional, se trata de consensos que se imponen en forma aparentemente espontánea.
Esos centros orientaron la Europa de post-guerra y hoy le sirven más que nunca; influyeron poderosamente en España y Portugal llevándolas hacia una transición democrática exitosa. Trabajan en forma sobresaliente en Brasil, Chile, Costa Rica, Argentina, y Uruguay. En unos países más, en otros menos.
Desde luego, estos centros jamás se involucran en el ejercicio del poder, a fin de mantener la independencia de criterios, y sus integrantes exhiben conductas decorosas ajustadas a las leyes sin buscar nunca privilegios. Solo así pueden ser términos de referencia para la sociedad en su conjunto.
Por último, junto al análisis de la injusticia del poder, hay que señalar que los recursos del planeta son limitados, las naciones tienen superficies finitas, y si bien, la innovación tecnológica amplía los horizontes productivos, queda pendiente mantener, una razonable relación entre la cantidad de habitantes y los recursos disponibles, para lograr el disfrute de una biosfera sana, respetando la biodiversidad en un planeta sustentable y sostenible.
El hombre y sus necesidades, cuando no se controla la población, crecen en forma geométrica, en tanto, la generación de riqueza a pesar de la tecnología, siempre crecerá en proyección aritmética.
Adán y Eva comían frutas salvajes tropicales. Hace falta un gobernante sensato y preparado, para que los dominicanos corran libres en el paraíso.
Finlandia avanza, con 35 mil dólares per cápita, 5.6 millones de habitantes, de los cuales un 2.5% labora en la agricultura, el 32% en la industria y el 66% en servicios, con edad media de 42 años, seguridad social excelente, población estable de cero crecimiento, mortalidad infantil de 3.5 por mil, fertilidad de 1.73 niños por mujer. Esto le permite pleno empleo y pobreza casi cero.
Francia iguala estos indicadores, pero su población crece al 0.6%, y su fertilidad es 1.98, un poco alta. Asimismo, Japón, Austria, Bélgica, Canadá, Reino Unido y el resto de Europa, aparecen con perfiles semejantes.
Esta prosperidad resulta de: cero crecimiento demográfico, fertilidad menor de 2, seguridad social, edad media sobre 40 años, baja mortalidad, formación de recursos humanos, corrupción pública nula, libre mercado, seguridad jurídica, equidad social y protección al ambiente.
Por otra parte, nuestra región luce estancada, con explosión demográfica, edad media bajo 25 años, fertilidad sobre 2.5 niños por madre, mortalidad infantil sobre 20 por mil, enorme corrupción, inseguridad, insalubridad, pésima educación, sin equidad social y un medio ambiente en destrucción.
El Autor es Presidente del Partido Revolucionario Dominicano
Rara vez, los gobernantes actúan con sinceridad frente al complejo tema del desarrollo, no preparan la nación para el desafío tecnológico, y más aún, ignoran el atraso digital, prefieren alimentar el clientelismo, el oportunismo y la demagogia.
Nuestros gobiernos pregonan estabilidad macroeconómica, de precios y cambiaria, sin hacer conciencia de la importancia del control demográfico ético, con respeto a los aspectos religiosos, al derecho a la vida, como se hace en las naciones exitosas del mundo.
El desarrollo económico socio-ecológico se alcanza como resultado de una cuidadosa planificación, donde los factores demográficos sean colocados a la par de las variables económicas, tecnológicas y sociales, como metas esenciales del proceso.
El avance científico-tecnológico beneficia el ser humano con la prolongación de la expectativa de vida, sin embargo, las condiciones de injusticia de nuestra región, y particularmente de nuestro país, torna este regalo en frustración, por los bajos salarios, el desempleo, el hacinamiento y la pobreza.
Cuando se incrementa la riqueza con explosión demográfica el crecimiento económico se diluye, peor aun, cuando hay concentración de la renta, y corrupción pública generalizada, se crea un estancamiento general, donde aumenta la desigualdad y la pobreza, mientras las grandes corporaciones se fortalecen, los políticos corruptos amasan fortunas, y medran las familias tradicionales con su genial presteza de servir al poder.
Gente sin experticia maneja el poder en el país, con viejos repartos de prebendas, en diaria prevaricación. Esquemas para hacer fortunas en el poder. Este sistema de cosas, explota las mayorías nacionales, negándoles el derecho a decidir su destino.
La nación tiene muy pocos centros de pensamiento donde la creatividad logre aunar consensos que penetren la conciencia nacional, se trata de consensos que se imponen en forma aparentemente espontánea.
Esos centros orientaron la Europa de post-guerra y hoy le sirven más que nunca; influyeron poderosamente en España y Portugal llevándolas hacia una transición democrática exitosa. Trabajan en forma sobresaliente en Brasil, Chile, Costa Rica, Argentina, y Uruguay. En unos países más, en otros menos.
Desde luego, estos centros jamás se involucran en el ejercicio del poder, a fin de mantener la independencia de criterios, y sus integrantes exhiben conductas decorosas ajustadas a las leyes sin buscar nunca privilegios. Solo así pueden ser términos de referencia para la sociedad en su conjunto.
Por último, junto al análisis de la injusticia del poder, hay que señalar que los recursos del planeta son limitados, las naciones tienen superficies finitas, y si bien, la innovación tecnológica amplía los horizontes productivos, queda pendiente mantener, una razonable relación entre la cantidad de habitantes y los recursos disponibles, para lograr el disfrute de una biosfera sana, respetando la biodiversidad en un planeta sustentable y sostenible.
El hombre y sus necesidades, cuando no se controla la población, crecen en forma geométrica, en tanto, la generación de riqueza a pesar de la tecnología, siempre crecerá en proyección aritmética.
Adán y Eva comían frutas salvajes tropicales. Hace falta un gobernante sensato y preparado, para que los dominicanos corran libres en el paraíso.
BIENESTAR PLANIFICADO
Finlandia avanza, con 35 mil dólares per cápita, 5.6 millones de habitantes, de los cuales un 2.5% labora en la agricultura, el 32% en la industria y el 66% en servicios, con edad media de 42 años, seguridad social excelente, población estable de cero crecimiento, mortalidad infantil de 3.5 por mil, fertilidad de 1.73 niños por mujer. Esto le permite pleno empleo y pobreza casi cero.
Francia iguala estos indicadores, pero su población crece al 0.6%, y su fertilidad es 1.98, un poco alta. Asimismo, Japón, Austria, Bélgica, Canadá, Reino Unido y el resto de Europa, aparecen con perfiles semejantes.
Esta prosperidad resulta de: cero crecimiento demográfico, fertilidad menor de 2, seguridad social, edad media sobre 40 años, baja mortalidad, formación de recursos humanos, corrupción pública nula, libre mercado, seguridad jurídica, equidad social y protección al ambiente.
Por otra parte, nuestra región luce estancada, con explosión demográfica, edad media bajo 25 años, fertilidad sobre 2.5 niños por madre, mortalidad infantil sobre 20 por mil, enorme corrupción, inseguridad, insalubridad, pésima educación, sin equidad social y un medio ambiente en destrucción.
El Autor es Presidente del Partido Revolucionario Dominicano
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