DESDE ULTRAMAR109:

EN LA SOCIOLOGIA DE LOS PERROS REALENGOS HAY QUE PONER…

Por Manuel Nin Matos
ninmanuel@hotmail.com

Que estos desdichados de la fortuna también le meten miedo a los gatos a pesar de que el hambre y la miseria no les permite ladrar fuerte e intimidante como los perros ricos. Que estos pertenecen a dueños pobres y ubicados generalmente en los sectores populares; comparar a los peerredeístas con un canino tan popular me recuerda la época en que Jhonny Abes García, jefe del SIN trujillista, llamaba así a los miembros del 14 de Junio que lideraba Manolo Tavárez Justo.

También fueron casados como “perros realengos” los que ajusticiaron a Rafael Leonidas Trujillo Molina; también así le dirían los generales a Francisco Alberto Caamaño Deñó y a sus compañeros de aventura en 1973. Lo que no entiendo como personajes que fueron protagonistas en esa triste parte de nuestra historia y aun estén protagonizando un proceso político en el que están, de nuevo, torciendo la historia que el pueblo quiere enderezar.

Pero allá el jefe de la “modernidad y el desarrollo” si poniendo a un lado a todo los jóvenes de su partido, la ideología política de su mentor y fundado el Profesor Juan Bosch, decide poner en manos del oscurantismo, el pasado y el atraso la campaña política que va a enterrar su carrera; esto es así no solo porque su reelección esta basada en ambiciones personales de él y su grupito; sino que para llegar a ella ha pasado desde la traición a su principal aliado Danilo Medina, sino que se esta llevando por delante las leyes y esta rompiendo record de corrupción en la historia republicana.

Es posible que cree una nueva clase económica, es posible que construya los monumentos que le recordaran por toda la eternidad, comprara dirigentes débiles de bolsillos y sin moral; presionara periodistas y hasta comprara votos; pero lo que jamás podrá Leonel Fernández es ser un nuevo caudillo en Dominicana porque los caudillos políticos murieron el pasado siglo en la Republica Dominicana.

Balaguer, Bosch, Peña Gómez crecieron políticamente en una dilatada carrera de creación personal y orgánica que habrá de ser superada solo por el tiempo y cuyo legado, para bien o para mal, pasara siglos impregnando la psicología de nuestro pueblo. Las falsificaciones se conocen a lo lejos, el que la quiera comprarle que lo haga; pero luego no se lamente de las consecuencias.